Ahogado de la risa

Una mujer estaba en el lecho de muerte, acompañada por su marido.

- Carlos... -dice la moribunda- tengo que confesarte algo... ve a ese cajón y tráeme lo que encuentres.

El marido va y regresa con tres huevos y 800 mil pesos.

-¿Y esto?- pregunta.

- Es que cada vez que hacíamos el amor y me quedaba insatisfecha -dice la mujer- ponía un huevo en el cajón.

El marido sonríe pensando que tres sesiones insatisfactorias en un matrimonio de 40 años era un récord casi perfecto.

- Pero... ¿y el dinero?

- Es que -responde la esposa- cada que juntaba una docena, la vendía.

Resulta que unos cuates estaban filmando una película en pleno desierto de Sonora.

Un día, un viejo indio, natural de la zona, se acerca al director y le dice:

- Mañana, lluvia.

Al día siguiente llueve a cántaros.

Una semana después, el viejo indio llega de nuevo, se acerca al director y le dice:

- Mañana, tormenta.

Al día siguiente cae un tormentón loco.

- Ese indio es increíble -dice el director, quien pide a su asistente que lo contrate para que prediga el clima hasta terminar la película.

El indio recibe una generosa cantidad de dinero y acierta en sus siguientes predicciones.

Pero, de...

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