Ahogado de la Risa

- ¿Y cómo pasó?- pregunta el doctor al paciente que había llegado con una pierna rota a su consultorio.

- Bueno doc... hace 25 años...- comienza a relatar el trabajador de una granja.

- No me hable del pasado- dice el médico- lo que quiero que me diga es cómo fue que se rompió la pierna esta mañana.

- Como le iba diciendo- dice el lesionado- hace 25 años, cuando comencé a trabajar en la granja estuve todo el día bajo el sol y, al final del día, me fui a dormir. De pronto, la hermosa hija del granjero entró a mi habitación y me preguntó si deseaba algo. Yo le dije 'No, todo está bien gracias'. Ella insistió: '¿Estás seguro de que no quieres nada?'. 'Seguro', le respondí. 'Con confianza... ¿No hay algo que quieras que haga por tí?', me volvió a preguntar. 'No gracias', le dije...

- Disculpe- interrumpe el doctor- pero ¿qué tiene que ver esa historia con su pierna?

- Bueno, pues hoy en la mañana, cuando reparaba el techo del granero, me cayó el veinte de lo que esa chava me estaba proponiendo... y me caí.

Una mujer va a ver a su nuevo médico (cuánta coincidencia ¿verdad?) y, para su beneplácito, el tipo resulta ser un sujeto alto, musculoso, de cabello rizado, piel bronceada, ojos claros y... todo un galán pues.

La dama se siente en l mesa de auscultación y el médico le coloca la mano en la espalda y le pide que diga '33'.

- Treintaytres- ronronea la paciente.

- Perfecto- dice el médico- ahora voy a poner mi mano sobre su garganta y quiero que vuelva a decir 33.

- Treintaytree-ee-eesss...- dice la paciente.

- Muy bien- dice el médico- ahora voy a poner mi mano sobre su pecho y quiero que diga...

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