Ahogado de la risa

Ahí tienen que en INEGI, sí, sí, el Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática, descubren que en un pequeño poblado ubicado en el interior de la República se tenía registraba la tasa más alta de nacimientos.

El fenómeno llamó tanto la atención de los estudiosos que un equipo de investigadores del Tec de Monterrey se trasladó a esa población destinando un gran presupuesto a ese proyecto.

Al llegar, construyeron un cuartel de operaciones, instalaron una decena de computadoras, comenzaron a diseñar la metodología a emplear y demás... Mientras el equipo de investigación estaba ocupado en esas tareas, el director del proyecto salió a dar una vuelta y se metió en la cantina local. Mientras bebía una cerveza, el investigador decidió contarle al cantinero el motivo de su presencia en el pueblo y le preguntó si tenía alguna idea de por qué el número de nacimientos en esa población era tan alto.

- Claro que sí- responde el cantinero- verá, todas las mañanas, el tren pasa a las 6 de la mañana y suena el silbato al cruzar la avenida principal. Despierta a todo el pueblo y... po's sinceramente es demasiado tarde como para volver a dormir y demasiado temprano como para irse a trabajar... ¿no?

····

Mientras realizaba una ronda por el hospital acompañado de estudiantes de medicina, el médico residente se dirige a sus pupilos...

- Como pueden ver- dice el experto- este paciente cojea porque su tibia y peroné están completamente arqueados... a ver, usted ¿qué haría en un caso así?

- Bueno- dice el estudiante tras meditarlo unos segundos- supongo que también cojearía...

····

Ahí tienen que un anciano y un joven trabajaban en la misma ofician. El viejito siempre tenía un dulcero lleno de cacahuates mismos que, por coincidencia, eran el deleite del joven.

Un día, el viejito sale de la oficina y el joven, incapaz de resistir tanta tentación, se abalanza sobre los cacahuates y le da baje con más de medio kilo. Cuando el viejito regresa, el joven, presa del remordimiento, decide confesar lo que había hecho...

- No te preocupes hijo- responde el anciano- nunca me como los cacahuates... desde que perdí mis dientes sólo me conformo con...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR