Empresa/ Aguila o Sam
| Autor | Alberto Barranco Chavarría |
Las empresas estadounidenses en el banquillo, a quienes se les impuso una cuota compensatoria provisional en agosto del año pasado, utilizan la vía abierta generosamente por el TLC, para deshacerse de sus productos cárnicos de baja preferencia y de menor calidad.
Peor aún, la denuncia puesta en la mesa a título de última carta en la recta final del plazo fijado por ley para que la Secretaría de Comercio ratifique o rectifique el castigo, habla de colocar en nuestro mercado la carne que va perdiendo su valor comercial al no ser vendida durante los primeros 15 días posteriores al sacrificio de la res... o porque corresponde a animales devaluados nutricionalmente, como las vacas secas para la producción lechera.
Se da el caso, abunda la argumentación en defensa de la causa nacional, de que productos en tales condiciones son rematados al mejor postor, incluso a precios por debajo de su valor de comercialización, que se cargan de inmediato en contenedores para trasladarloslos a nuestro país... sin destinatario alguno por lo pronto.
El golpe, aunado a la catarata de exportaciones de empresas serias, ha originado una caída de 11 por ciento en la producción nacional; ha frenado el crecimiento del hato nacional en 2 millones de cabezas, y ha provocado la pérdida de 400 mil empleos rurales en el país. Para no ir lejos, las fuentes de trabajo en la industria empacadora se han reducido en 23 por ciento.
La carambola, de acuerdo a la Confederación Nacional Ganadera y la Asociación Mexicana de Engordadores de Ganado, afecta a seis ramas económicas:
-Agricultura, al reducirse el consumo de productos como el maíz, sorgo, trigo, alfalfa, esquilmos y melazas.
-Curtiduría y peletería, al reducirse la oferta de insumos básicos dada la contracción del sacrificio del ganado nacional.
-La industria de alimentos balanceados.
-La industria de rendimiento de despojos no comestibles de bovino (sangre, hueso, cartílagos, vísceras...)
-La industria farmacéutica y veterinaria, al reducir dramáticamente sus niveles de venta.
-La investigación y transferencia tecnológica, al desestimularse la búsqueda de mayor rendimiento en la producción de ganado bovino.
El alegato final, en la antesala de la resolución definitiva de la autoridad, tras un primer proceso a cuya vera se acumularon documentos capaces de llenar en cuarto de cuatro por cuatro metros, habla de que hasta 1995 México había sido superavitario, al punto de exportar 1 millón de cabezas de ganado al año...
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