Sergio Aguayo Quezada / Vergüenza en el IFE: Se pandearon

AutorSergio Aguayo Quezada

A la primera, fallaron. Cuando se esperaba que los nuevos consejeros del Instituto Federal Electoral mostraran su arrojo democrático e iniciaran su legitimación, seis de ellos -los varones, por cierto- mostraron una vergonzosa tibieza y preservaron la farsa de los antidemocráticos estatutos del Partido Verde Ecologista de México.

El PVEM es una vergüenza nacional, es un manual viviente de artimañas sobre la forma de pervertir las leyes y el espíritu democrático. Desde que obtuvieron el registro en 1993 se ha demostrado y denunciado una y otra vez el carácter profundamente antidemocrático, vertical y corrupto de sus estatutos y prácticas. Ninguna asamblea era válida sin la presencia del presidente del partido, los dirigentes podían permanecer en el cargo sin límite de tiempo, la presidencia del partido pasó de padre a hijo, etcétera. Las condenas no sirvieron de nada porque los Verdes se convirtieron en los aliados útiles de los partidos grandes (primero el PAN y luego el PRI) y porque la mayoría de los auténticos ambientalistas prefirieron ignorarlos en lugar de combatirlos.

Unos cuantos militantes inconformes mantuvieron una lucha que, en algunos momentos, parecía totalmente estéril. José Luis Amador Hurtado se apoyó en un joven egresado de la Escuela Libre de Derecho, Sergio Gutiérrez Luna, que desde los 24 años se metió en el caso y fue armando una sólida estrategia legal que, después de varios años, rindió frutos. El 3 de septiembre del 2003 el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación emitió un fallo memorable. En un documento de 179 cuartillas, el ponente Mauro Miguel Reyes Zapata teje, con esa minuciosa lentitud de los juristas, un argumento en el que coincide la legalidad con justicia. Lo más inédito es que traduce a recomendaciones bien precisas el significado que tienen los "procedimientos democráticos" que aparecen en un artículo de la ley electoral (Cofipe). Los partidos políticos están obligados a seguir esos procedimientos, pero como nadie los había definido y ninguna autoridad se los había exigido algunos partidos se olvidaron de que tienen que practicar la democracia en su interior. Entre ellos destacaba el Verde que hizo y deshizo sin que los anteriores consejeros del IFE le llamaran la atención.

Eso fue lo que corrigieron los siete magistrados del Trife que secundaron la propuesta de Reyes Zapata y que pidieron al Consejo General del IFE que ordenara al Verde ajustar en 60 días sus estatutos "a los principios...

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