Aguas con la varicela

AutorGeorgina Montalvo

Si un compañero o familiar de su hijo o hija tiene varicela y los suyos nunca han tenido esa infección, no se le ocurra llevarlos "para que de una vez se enfermen", pues el virus conocido como varicela-zoster adquiere más fuerza conforme pasa de un niño a otro.

"Aunque parece inofensiva, la primera vez que la varicela aparece en un organismo tiene una cantidad de virus (carga viral) determinada, pero la carga viral aumenta por cada vez que se contagia", afirma Patricia Cervantes Powell, infectóloga y pediatra del Hospital Infantil Privado.

Lo anterior provoca que el primer enfermo se recupere rápido, pero el último infectado tiene que enfrentar un mayor número de virus, lo que aumenta las posibilidades de que su enfermedad se complique.

Esa es la razón por la que no debe propiciarse el contagio, pues los casos que se complican incluso pueden poner en riesgo la vida del menor, advierte Felipe Aguilar Ituarte, infectólogo y pediatra.

"Además de las erupciones vesiculares en la piel, la varicela se asocia con malestar general y fiebre, y en niños con defensas bajas puede causar serias complicaciones, como neumonía, daño al cerebro (encefalitis), e incluso la muerte", señala el especialista.

"Otra complicación es que las lesiones causadas por las erupciones se infecten y lleven a un choque séptico, que no es otra cosa más que una infección generalizada que puede conducir al paciente a la muerte, que es de lo que más mueren los niños que padecen varicela", agrega Cervantes Powell.

A pesar de que el índice de complicación es más bajo entre menos edad tiene quien la adquiere, actualmente se ha observado cada vez más que los niños sanos llegan a tener complicaciones tan graves que se requiere uso de terapia intensiva para su manejo, comenta la padiatra.

La vacuna, una opción

Es cierto que una vez que un niño ha padecido la varicela, está 100 por ciento protegido contra ella y nunca más la volverá a padecer.

"Hoy día existe esa misma opción de 'infectarse', pero con una vacuna, para dar la inmunidad sin padecer la enfermedad, que era el fin de poner a los niños juntos", señala Cervantes Powell.

Se recomienda que los niños reciban la vacuna contra la varicela cuando tienen de 12 a 18 meses de edad; ésta tiene aproximadamente entre 70 y 85 por ciento de efectividad en prevenir una infección leve, y más de un 95 por ciento de efectividad en prevenir formas moderadas o severas de la infección, se explica en la página web de la Fundación Nemours...

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