Aguanta sacudida

AutorEdgar Contreras

La abertura en el Estadio Azteca durante el sismo incrementó la sicosis, pero en realidad eso impidió que el inmueble sufriera daños estructurales.

En su diseño del Coloso, el arquitecto Pedro Ramírez Vázquez lo seccionó en cuatro partes llamadas juntas constructivas y cuya función es absorber todo el movimiento causado por el mismo, como explicó a METRO su hijo Javier Ramírez Campuzano.

"Para que a la hora de los movimientos provocados por un sismo se absorban en estas cuatro partes, vamos, que ahí se mueva, que no choque", dijo.

"En juntas constructivas en las que se desprendió alguna pieza de lo que sea, cantera, mármol, lo que pueda ser, eso no reviste nada por qué alarmarse, simplemente al absorber el movimiento ahí llega y se sacude, se puede caer una pieza, desprender, no hay problema, no es serio".

Además de las juntas, el Azteca es sólido desde los cimientos. Soportó el terremoto de 1985 y ahora el del pasado martes.

"Todo el primer nivel de palcos, la parte inferior está hundida en la tierra, en una excavación de roca sólida...

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