¡Al agua patos!

AutorSamuel Luna

Aprender a nadar es, además de una actividad física muy completa, una herramienta útil que puede salvar vidas, principalmente la de menores de cuatro años.

Bajo está premisa es que Cecilia Rubio fundó la Escuela de Natación Club Cañada, donde enseña a sus alumnos a flotar, pues muchos de las accidentes derivan en pequeños que se ahogan, ya sea en una alberca e incluso hasta en cubetas.

"El agua siempre me ha gustado desde que era pequeña, ya que en casa teníamos alberca, también me gusta enseñar aspi, el cual decidí estudiar en el extranjero la Escuela Montesorri.

"Cuando supe que el índice de accidentes en niños menores de cuatro años era por ahogamiento, quise hacer algo al respecto para ayudar a reducir estas cifras, porque yo también tengo hijos", comenta Rubio.

A diferencia de otras escuelas, el modelo que implementa Cañada desarrolla habilidades en los niños para que puedan salvar su vida a través de la natación, que adquieran confianza en el agua pero siempre mientras se divierten.

Para lograrlo desarrollan actividades y juegos en los que el niño aprende a flotar y adquirir la posición dorsal o, en su caso, nadar hacia una parte firme.

"El aprender a nadar no entra con sangre, debe ser algo gozoso, por eso nuestras albercas están a una temperatura de 32 grados y se filtran 12 veces al día con rayos UV.

"Un programa es el de papas con bebés, donde se les enseña que, al caer al agua, deben nadar hacia los lados, pero también se educa a los padres sobre cómo actuar, no sólo al niño", menciona Cecilia.

Además, las instalaciones están ideadas para ser seguras, unisex y que las familias se sientan con la confianza de usarlas indefinidamente.

Los vestidores, por ejemplo, cuentan...

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