Agita a demócratas el éxito de Al Gore
| Autor | Alberto Armendáriz |
Corresponsal
NUEVA YORK.- Aunque suele iniciar sus conferencias sobre cambio climático con un "Hola, soy Al Gore", el ex Vicepresidente de EU no requiere de presentaciones. Donde vaya, el ex candidato presidencial demócrata se ha vuelto el defensor ambiental más popular del mundo, tanto que muchos especulan que podría lanzarse de nuevo a la Casa Blanca.
Después de todo, como le dicen familiares, amigos, colaboradores y colegas ecologistas, posee más carisma y una red de apoyo de base mucho mayor a la de Barack Obama, y más experiencia y credibilidad internacional que Hillary Clinton.
Sin embargo, una y otra vez él mismo ha aclarado que no tiene intenciones de volver a competir por la Presidencia.
Después de perder frente a George w. Bush en 2000, Gore se refugió en su hogar de Nashville, Tennessee, donde pensaba retirarse escribiendo libros sobre sus años como representante en el Congreso, senador y Vicepresidente, y reiterando su oposición desde el inicio a la guerra en Iraq.
Fue su esposa, Tipper, quien le insistió en retomar su pasión por el ambiente, le hizo desempolvar sus diapositivas y lo presionó a salir para convencer al mundo de que estamos frente a una grave crisis climática por el calentamiento global.
Estas presentaciones en universidades, teatros y Alcaldías de todo el planeta fueron la base para el documental ganador del Oscar "Una verdad incómoda", dirigido por Davis Guggenheim, que catapultó a Gore a la fama mundial y le hizo dejar atrás el mote de "perdedor".
El filme le redituó enormes ganancias: en los cines recaudó más de 50 millones de dólares y en DVD lleva vendidas 1.5 millones de copias, traducidas a 28 idiomas.
Si bien era él quien tocaba puertas para ser escuchado, ahora las solicitudes le llueven de todas partes y cobra hasta 100 mil dólares por cada presentación de 75 minutos.
Lleva más de 2 mil y se da el lujo de exigir que le paguen boletos de primera clase para él y un acompañante, y disponer de un per diem de mil dólares para gastos extras.
Pide también guardias de seguridad y un vehículo ecológico, además de prohibir que haya prensa o grabaciones de sus conferencias.
Su estricto control de las presentaciones le ha servido para poder sacar un nuevo libro, "El asalto a la razón", y para crear grandes expectativas ante su aparición en los conciertos de Live Earth, que el 7 de julio reunieron a cientos de músicos en distintas ciudades del mundo y a millones de personas dispuestas a promover la conciencia verde.
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