Agenda Washington

J. Jaime Hernández, corresponsal

WASHINGTON, EU., febrero 23 (EL UNIVERSAL).- Pocas veces en la historia de la ceremonia de premiación de los Oscar en Hollywood su transmisión en directo se había convertido en un púlpito tan granado de reivindicaciones políticas y sociales.

En el pasado, la cultura de lo políticamente correcto, había convertido este evento en un espacio para el reconocimiento del talento artístico de quienes cada año se disputan la estatuilla dorada. Los asuntos políticos, siempre quedaban fuera de foco so pena de quedar expulsado del paraíso cinematográfico en Hollywood.

De aquellos años, entre los 50 y los 60, la confección de las llamadas listas negras que condenaban al ostracismo a todos aquellos que en su calidad de escritor, director o actor cayeran en la tentación de agitar conciencias.

La sola sospecha de un activismo político te valía tu inclusión en esas listas que elaboraban los comisarios de la industria cinematográfica bajo la mirada complaciente del gobierno.

Por fortuna esa práctica ha quedado en el pasado. Y desde entonces, poco a poco, la realidad social y política de Estados Unidos se ha ido infiltrando en los libretos, en las tramas hasta convertirse en un correlato de ese momento en la historia, como el que fuimos capaces de atestiguar en la ceremonia de ayer domingo.

De los momentos más importantes, sin duda el protagonizado por el mexicano, Alejandro González Iñárritu, quien conmovió a los presentes al formular una plegaria en nombre de millones de mexicanos para que éstos tengan los gobernantes que se merecen.

Pero también, para que los millones de inmigrantes que siguen viviendo en las sombras obtengan un día el reconocimiento que la clase política de Estados Unidos les ha negado durante tanto tiempo para sacarles de las sombras y reconocerles como ciudadanos y no como esclavos de la era moderna.

Como era de esperarse, las reacciones de la comunidad migrante, de esos ejércitos de defensores de los sin papeles, felicitaron a González Iñárritu por el valor mostrado. Por la solidaridad y la empatía de aquel que, a pesar de haber triunfado, no se olvida de aquel que sigue entrampado en las sombras.

Pero si el acto de Iñárritu llamó poderosamente la atención, no menos fue llamativa la intervención de Laura Poitres, ganadora del Oscar al...

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