Agenda Ciudadana/ Constitución y cambio de régimen

AutorLorenzo Meyer

Posibilidades

En la ceremonia del aniversario de la Constitución de 1917, el Presidente Vicente Fox señaló que tras 84 años y casi 400 cambios en el documento político fundamental mexicano -422 cambios, según estudio de Rafael Castellanos citado por Enfoque (11 de febrero)-, el momento era propicio para buscar un acuerdo nacional y adecuar el entramado constitucional a la nueva situación: la propia de una sociedad que acaba de mudar de un régimen político antidemocrático a uno democrático.

Es claro que la Constitución vigente es formalmente la misma que entró en vigor en 1917, pero también es cierto que los cambios que se le han hecho, por ejemplo en materia agraria o religiosa, por sólo citar dos ejemplos, la hacen hoy decir casi lo contrario respecto de la original. Prácticamente cada uno de los 422 cambios que se le han hecho al texto constitucional han obedecido a la voluntad de cada Presidente -de Alvaro Obregón a Ernesto Zedillo- de amoldar la Carta Magna a su particular interés. Más de la mitad de los cambios -214- los hicieron los tres últimos Presidentes -Miguel de la Madrid, Carlos Salinas y Ernesto Zedillo- para adaptar la Constitución a las necesidades del neoliberalismo autoritario priísta. En suma, y gracias al sometimiento incondicional del Poder Legislativo al Ejecutivo en el Siglo 20, la práctica política tuvo más éxito en hacer que la Constitución se amoldara a los intereses políticos del momento que en lo opuesto: amoldar los intereses políticos al gran marco legal.

En principio, es difícil que alguien pueda negar abiertamente la utilidad de dotar al nuevo sistema político mexicano, democrático y plural, de un marco jurídico que le permita protegerse y afianzarse. Ahora bien, parece algo muy difícil lograr el consenso de las principales fuerzas y actores políticos para intentar una empresa de esa envergadura. De entrada, lo que queda del PRI ya manifestó su rechazo al proyecto y en esa decisión le acompañan personajes y grupos ligados al antiguo régimen. Así pues, no es seguro que la propuesta presidencial llegue a concretarse, y quizá tengamos que contentarnos con ponerle más parches al ya de por sí muy remendado manto constitucional y acometer las nuevas tareas con los instrumentos viejos. Sin embargo, e independientemente de lo que ocurra, la idea de hacer coincidir cambio de régimen con cambio de Constitución tiene sentido y precedentes, tanto en nuestro país como fuera.

España

Un precedente no muy lejano y sí muy exitoso de acompañar al cambio de régimen con el de Constitución es el español. En efecto, la muerte del dictador español Francisco Franco en 1975 -equivalente entonces a la derrota del PRI en México 25 años más tarde-...

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