Agenda Ciudadana / ¿'Annus horribilis'?

AutorLorenzo Meyer

Todo depende

El secretario general de las Naciones Unidas, Kofi Annan, caracterizó al 2004 como annus horribilis. Desde la perspectiva del diplomático, el calificativo pareciera justo, pero desde el punto de vista de lo acontecido a México como colectividad nacional, el 2004, sin haber sido un buen año, tampoco resultó el peor de los tiempos posibles. En lo económico, el año que está por concluir fue mediocre pero mejor que los tres anteriores. En lo relativo al poder, las tensiones al interior de la clase política aumentaron -y esa clase se alejó aún más del ciudadano promedio- pero finalmente la sangre no llegó al río. Como sea, este 30 de diciembre es un buen momento para recapitular y reflexionar sobre eventos significativos del año que termina y anticipar algunos de sus efectos en el que está por iniciarse.

El gran contexto

Desde luego, la política de Estados Unidos, en su calidad de única superpotencia, fue la que marcó el compás marcha de los acontecimientos en el entorno mundial. La reelección de George W. Bush como presidente para el cuatrienio 2005-2009, reafirmó el rumbo de esa potencia cuya prioridad formal es la guerra contra el terrorismo pero la real es sobreponerse a la creciente resistencia de los insurgentes en Iraq -¿Vietnam en el desierto?-, instalar en ese país un gobierno de su manufactura y seguir adelante con su proyecto de rehacer el mapa político del Medio Oriente, el gran depósito petrolero del mundo.

Para México, la reactivación de la economía norteamericana significó la posibilidad de reiniciar el crecimiento por la doble vía del aumento de las exportaciones y de las remesas de los trabajadores mexicanos -documentados e indocumentados- que quizá llegaron ya a los 16 mil millones de dólares. Ahora bien, los observadores no están seguros de la solidez del actual crecimiento económico de Estados Unidos, por tanto tampoco podemos sentir muy seguro el crecimiento mexicano dependiente. La posibilidad de contar para nuestra economía con estímulos propios en el futuro inmediato, aparece hoy tan lejana como antes de negociar el Tratado de Libre Comercio de la América del Norte (TLCAN).

Hace ya tiempo que el TLCAN dio de sí todo lo que podía dar y México sigue perdiendo terreno frente a la competencia en mercados en los que es concurrente con China -especialmente en el norteamericano-. Por otra parte, el presidente Bush abrió y cerró el año mencionando un proyecto migratorio que atañe a los mexicanos. Se trata de un acuerdo de trabajo temporal -contratos de tres años- para mano de obra...

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