Agenda Ciudadana / Polarización política

AutorLorenzo Meyer

De lo social a lo político

La desigualdad social acentuada ha sido una característica permanente de la sociedad mexicana. Hoy, el 50 por ciento de la población más pobre recibe apenas el 19.3 por ciento del ingreso disponible. En nuestro país el proceso político rara vez se ha propuesto disminuir la desigualdad heredada de la época colonial. Normalmente sólo ha buscado administrar el desequilibrio e impedir que las tensiones que genera afecten la estabilidad. Sin embargo, el nuevo régimen -el democrático-, al alentar la competencia abierta, favorece que la polarización social termine reflejándose en la esfera pública, especialmente en las elecciones.

México es un país de muchos pobres y de pocos muy ricos, de una clase media objetivamente pequeña y bajo asedio, de una economía de mercado que no crea empleo sino mucha desigualdad y de un sistema político, administrativo y jurídico que tolera muy altos niveles de corrupción y muy bajos niveles de eficacia. Es en esa lista incompleta de problemas donde se encuentra el origen de la crispación actual. Es verdad que hay tres grandes partidos buscando ganar la Presidencia para el 2006, pero también lo es que la auténtica disputa no es entre tres sino entre dos posiciones: una la encarna Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y Felipe Calderón y Roberto Madrazo la otra.

Conceptos viejos pero útiles

Desde hace tiempo, algunos analistas insisten en señalar que ya no tiene sentido hablar de izquierda y derecha, conceptos que han dejado de pertenecer a nuestra postmodernidad. Sin embargo, lo que hoy pasa políticamente en América Latina, incluido México, se entiende mejor si se echa mano de las nociones de izquierda y derecha y se deja de suponer que todos los partidos deben buscar el centro. Hoy la mayoría de los latinoamericanos viven en países con gobiernos que se consideran a sí mismos de izquierda.

Contenidos muy viejos

Las categorías dicotómicas de izquierda y derecha nacieron con la Revolución Francesa, pero la realidad que reflejan, el antagonismo social básico, es tan viejo que se pierde en la noche de la historia. Las tensiones sociales que pusieron fin a la República Romana hace más de 2 mil años fueron, en gran medida, resultado del choque de los patricios con los plebeyos, y cuyo catalizador fue el cambio en la economía rural de la Italia de entonces, donde las importaciones baratas de las zonas recién conquistadas empobrecieron a los campesinos romanos que migraron a las ciudades y ahí fueron...

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