AGENDA CIUDADANA / Izquierda

AutorLorenzo Meyer

·EQUILIBRAR LA CARGA

Es obvio que a México le hace falta una fuerza política de izquierda fuerte, capaz de influir sobre la marcha general del país y disminuir su histórico y creciente desequilibrio social. El conservador pero sensato semanario británico The Economist (octubre 13-19, 2012) reconoce que la acumulación de fortunas fuera de proporción, como la de Carlos Slim en México, es producto de políticas que han venido favoreciendo una desigualdad que hoy ya impiden que el mercado pueda funcionar de manera óptima.

La distribución del ingreso y otros indicadores de la estructura social mexicana muestran que la desigualdad creciente nos ha llevado a la polarización y a una economía que, por el raquitismo del mercado interno, no va a crecer ni a crear el empleo y el nivel de vida que la estabilidad política democrática demanda. Un argumento teórico al respecto lo formulan Andrew Berg y Jonathan Ostry en Inequality and unsustainable growth: two sides of the same coin?, FMI, abril 8, 2011, pp. 18.

A partir de los 1940, el sistema político mexicano se instaló en la derecha. El cambio de partido gobernante en el 2000 no modificó sino refrendó esa situación. Hoy, el sistema político -y al que se puede catalogar, por sus contradicciones, como democracia autoritaria- tiene como principal razón de ser el mantener al país en la derecha: una vía que limita el juego democrático a la alternancia entre las opciones conservadoras pero que impide que la izquierda franquee el camino que conduce a "Los Pinos".

·HISTORIA

Por un buen tiempo, el núcleo duro de la izquierda mexicana operó siguiendo el modelo revolucionario: llegar al poder por la vía armada. Sin embargo, el surgimiento del modelo "eurocomunista" en los 1970 y, sobre todo, el fracaso del "socialismo real" y el fin de la Guerra Fría y de la URSS, combinados con las reformas políticas del autoritarismo priista, llevaron a que el grueso de la izquierda optara por la opción electoral pese a sus trampas -el fraude del 88, para empezar-, violencia -los muertos del PRD durante el salinismo- y cooptaciones. Es verdad que el EZLN o el EPR decidieron no deponer las armas pero éstas son ya más símbolo que violencia efectiva.

La lucha electoral de las izquierdas mexicanas ha dado algunos resultados positivos, pero no su asalto al corazón del poder desde las urnas. Sin embargo, por ahora no tienen otra alternativa que seguir en el empeño.

El entorno electoral mexicano está aún impregnado del espíritu que le...

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