AGENDA CIUDADANA / Las inercias y el 'statu quo'

AutorLorenzo Meyer

· DATOS

En tanto año electoral, el arranque de 2015 es patético. Los medios están inundados de spots de la autoridad electoral y de los partidos -¡26.5 millones de spots!-, pero esa cantidad pareciera estar en proporción inversa a la confianza que los ciudadanos tienen en los emisores: confían en el instituto electoral sólo el 34% y en los partidos ni el 20% (Informe país sobre la calidad de la ciudadanía en México, 2014, IFE-El Colegio de México, pp. 127-128). Sin embargo, en un proceso que va a costar al menos 32 mil millones de pesos de dineros públicos (Reforma, 18 de enero) más una suma desconocida de recursos que no se contabilizarán, esos partidos van a poder llenar con sus apparatchik las estructuras de poder de "elección popular". Desde esta perspectiva, nuestra "democracia representativa" tiene poco de democrática, menos de representativa y mucho de callejón sin salida.

El presidente de la República, de nuevo jefe nato del PRI, tiene hoy un grado de aprobación notablemente bajo entre los ciudadanos: 39% (Reforma, 1o. de diciembre, 2014). Y sin embargo, las posibilidades de un triunfo electoral de su partido a nivel nacional son muy altas. De acuerdo con una encuesta levantada en la primera mitad de noviembre pasado, en las próximas elecciones el PRI puede obtener el 30% de los votos y sus dos principales competidores pero socios en el "Pacto por México" -PAN y PRD- el 25% y 13%, respectivamente, es decir que el statu quo está asegurado y formalmente legitimado (Reforma, 10 de diciembre). En nuestra partidocracia, la única organización que hoy pudiera desafiar en ciertos lugares, especialmente en la Ciudad de México, al estado de cosas imperante es el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), (Reforma, 17 de diciembre), pero su lucha es muy cuesta arriba pues además de enfrentar al sistema de partidos ya establecido debe encarar a otras dos grandes fuerzas: a los poderes fácticos que controlan la riqueza privada y a las inercias.

· UN FACTOR BIOLÓGICO

Que el sistema partidario que la ciudadanía rechaza pueda seguir siendo el sostén de un arreglo político tan corrupto y falto de legitimidad, como es actualmente el nuestro, se explica en parte por la inercia.

La inercia política es un poderoso factor histórico. Las inercias del primer régimen del México independiente que logró centralizar el poder -el porfirista- sólo pudieron ser rotas por la Revolución de 1910. Esa revolución cambió o modificó algunas reglas del pasado pero a...

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