AGENDA CIUDADANA / ¡Que si los conocemos! El EZLN y todo México

AutorLorenzo Meyer

·IMPOSIBLE NO CONOCERLOS

El año será nuevo pero los problemas colectivos son viejos. Se administran (mal) pero no se resuelven.

"¿Escucharon?", preguntó en un comunicado del 21 de diciembre el Comité Clandestino Revolucionario Indígena firmado por el subcomandante Marcos, "Es el sonido de su mundo derrumbándose. Es el del nuestro resurgiendo. El día que fue el día, era noche. Y noche será el día que será el día". El corto y cifrado mensaje neozapatista que hace referencia a la inesperada movilización silenciosa de millares de indígenas encapuchados en Chiapas el 21 de diciembre, termina con tres demandas, tan simples como difíciles son los obstáculos para alcanzarlas: "¡Democracia! ¡Libertad! ¡Justicia!".

La respuesta oficial al comunicado y movilización de los rebeldes del EZLN, la dio el secretario de Gobernación y ex gobernador de Hidalgo, Miguel Osorio Chong. Se trata de una respuesta que intentó ser positiva: "Todavía no nos conocen; que no se adelanten, pues hay muchos compromisos con los pueblos indígenas de parte del presidente Enrique Peña Nieto". Sin embargo, para ser válida, esa réplica requiere que tanto los neozapatistas como el resto de los mexicanos asumamos un imposible: imaginar que aún no conocemos al grupo y al partido que acaba de tomar el poder y que debemos darles el beneficio de la duda. Realmente es mucho pedir y así lo hizo saber en la respuesta que dio el EZLN a la SG el 30 de diciembre (Reforma, 31 de diciembre).

No está del todo claro qué quiso decir el subcomandante Marcos al final de su comunicado del día 21 pero lo que sostuvo el día 30 sí lo es. Y es que tanto los neozapatistas como la enorme mayoría de los mexicanos sí conocemos la naturaleza del grupo que acaba de llegar a la Presidencia. La conocen desde aquellos que ya tenían uso de su razón política en 1929 -año en que se fundó el PRI- y que aún viven, hasta los que apenas la acaban de adquirir, como los jóvenes del #YoSoy132. Y ese conocimiento no inspira confianza.

Entre los elementos que conocemos de la biografía del PRI, del Grupo Atlacomulco, de Enrique Peña y de los políticos que lo rodean, se encuentran no sólo su enorme experiencia y conocimiento de los gobernados -en particular de sus debilidades-, su habilidad para negociar y cooptar, sino también su capacidad de represión y del doble juego. Esto se puede comprobar examinando los casos de Atenco en el Estado de México y de la APPO en Oaxaca, en 2006. Y antes, en las circunstancias que...

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