De agaves mexiquenses
| Autor | Staff |
ESTADO DE MÉXICO.- Dicen los pobladores de esta tierra que el mezcal mexiquense son 100 años de amor y tradición en botella. Y, haciéndole los honores al dicho que reza: "para todo mal, mezcal, y para todo bien, también", es momento de alzar la jícara a la salud de una industria creciente.
Desde agosto de 2018, cuando 15 municipios de esta entidad fueron incluidos en la Denominación de Origen Mezcal, más de 700 familias han fortalecido su producción y ganado confianza en la calidad de sus etiquetas.
"Tengo 56 años preparando el mezcal; de ahí empecé a trabajarlo ya por mi propia cuenta. Ha sido mi vida", refiere Simitrio Vargas, productor en Tenancingo.
Los maestros mezcaleros mexiquenses, como don Simitrio, imprimen pasión y ahínco al destilado. Tras sembrar en sus parcelas los agaves criollos, esperan pacientes su maduración -un promedio de siete años- para luego obtener las piñas, que serán cocidas, machacadas y sometidas a un proceso artesanal de fermentación y destilación.
Pretextos para disfrutar un buen mezcal no faltan. Conocer las expresiones del agave en terruños como los de Almoloya de Alquisiras, Amatepec, Coatepec Harinas, Ixtapan de la Sal, Luvianos, Malinalco, Ocuilan, Sultepec, Tejupilco, Tenancingo, Tlatlaya, Tonatico, Villa Guerrero, Zacualpan o Zumpahuacán, puede bastar, en caso de necesitarse alguno.
"En el Estado de México tenemos registrados 710 productores y 833 hectáreas de agaves.
"El Gobierno del Estado de México, a través de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario (Sedagro), está realizando el acondicionamiento y equipamiento de las fábricas de mezcal para fortalecer la Denominación de Origen Mezcal", comenta César Martínez Valdez, subdirector de concertación y comercialización de Sedagro.
De igual forma, con la donación de 200 mil plantas de agave durante 2019, el gobierno de Alfredo Del Mazo garantiza la producción de mezcal durante la siguiente década.
"Yo creo que ya vamos a tener mejores producciones con todo el apoyo. Ahora ya nos llegó de cobre todo, con tinas de madera. Antes trabajábamos con botes de lámina, nada más; el puro alambique era de cobre", comenta don Simitrio.
Martínez Valdez señala este crecimiento como una gran oportunidad para el Estado de México: la buena cosecha de agave, el mezcal de calidad y la posibilidad de certificación de los productores, abrirán el mercado local, estatal y nacional.
"Mi marca es 'El amigo Simitrio'. Aquí los esperamos en su casa; cuando deseen comprar una...
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