Cuando el agave es débil

AutorMariana Coppel

Nombrado en honor a la diosa Mayahuel, el agave es una de las plantas que, desde tiempos antiguos, forma parte de las tradiciones y la identidad del País.

En los últimos años los cultivos han sido un foco de atención importante para los productores, ya que para ser materia prima del destilado emblema se requieren plantas resistentes que completen ciclos de vida sanos.

Como cualquier otro ser vivo, el agave está expuesto a patógenos como bacterias, insectos y hongos, éstos desequilibran su metabolismo y perjudican su desarrollo; las plagas que más lo atacan son la bacterias erwinia carotovora y los hongos fusarium oxysporum y cercospora agavicola.

Las enfermedades causadas por hongos provocan pudriciones en el follaje, la piña y la raíz; estos intrusos del reino fungi entran en la planta por sus propios medios. Las que tienen su causa en una bacteria afectan al cogollo y al follaje, se manifiestan en pudriciones húmedas; a diferencia de los hongos, las bacterias aprovechan las heridas de la planta para enfermarla.

"Algunas causas que provocan las enfermedades de los agaves se deben a un desequilibrio en el manejo del cultivo, fertilizantes que en lugar de ayudarlo lo perjudican, o pesticidas que los debilitan provocando que bajen sus defensas y sean presas fáciles del ataque de hongos y bacterias. También influyen aspectos climatológicos como la temperatura, la humedad y las condiciones del suelo", explica Ismael Vicente Ramírez, jefe de campo y certificación del Consejo Regulador de Tequila (CRT).

Los meses húmedos y las bajas temperaturas provocan mayor vulnerabilidad en los cultivos, sin embargo, con un constante monitoreo y cuidado se pueden detectar a tiempo y evitar la muerte...

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