Afronta Livni reto de la paz

AutorRicardo Mir

ESPECIAL

JERUSALÉN.- En las próximas semanas la Ministra de Exteriores y nueva Presidenta del Partido Kadima, Tzipi Livni, podría tomar las riendas del Gobierno de Israel.

En sus manos quedaría el futuro de las negociaciones con palestinos y sirios y la estrategia israelí frente al programa nuclear iraní. Tres grandes retos para una mujer que sigue siendo un enigma para sus conciudadanos.

Para Livni, el proceso de paz con los palestinos es prioritario.

Desde su relanzamiento en Anápolis hace 10 meses, la Canciller ha estado activamente involucrada en las negociaciones y nadie espera que dé marcha atrás si logra formar una coalición en las próximas cinco semanas para suceder a Ehud Olmert al frente del Gobierno.

"Livni está preparada para aceptar una solución de dos Estados al conflicto. Cree en ella y, por lo que ha demostrado, creo que está dispuesta a ir más lejos que Olmert", asegura un oficial palestino muy cercano al ex Primer Ministro, Ahmed Qureia, el hombre que negocia con Livni desde Anápolis.

Si hay algo de ella que gusta especialmente a los palestinos, es que no está dispuesta a firmar un acuerdo interino sólo por cumplir con los plazos de Anápolis y maquillar el prestigio del Presidente George W. Bush.

"Livni se opone a un acuerdo temporal y condicionado porque cree que podría desatar la frustración y la reanudación de la violencia, como ocurrió después de Camp David", opina el columnista de Yedioth Ahronoth, Roni Sofer.

Su posición concuerda con la de la Autoridad Nacional Palestina, reacia a aceptar un documento que ignore los asuntos cruciales, como las fronteras, Jerusalén o el futuro de los refugiados palestinos.

En este último punto, la ex agente del Mossad, criada en el seno de una familia sionista ultraconservadora, es inflexible.

"Tiene un trauma con los refugiados. En los últimos ocho años no ha dejado de repetir que no se debe permitir el retorno de un solo palestino", afirma un diplomático israelí.

Diez meses después de Anápolis las perspectivas de alcanzar un acuerdo antes de febrero de 2009 son mínimas. No ha habido consenso en ninguno de los 11 comités de negociación que se establecieron y, según la parte palestina, Israel no ha presentado hasta hoy una sola oferta por escrito.

Tampoco ayuda la incansable expansión israelí de los asentamientos judíos de Jerusalén Este o la Cisjordania ocupada. Pero incluso aunque se llegara a un acuerdo, no parece viable en las actuales circunstancias.

"Israel nunca permitirá la...

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