Afecta tiendas la convención

AutorAlberto Armendáriz

REFORMA / Estados Unidos

BOSTON.- Dom Capossela no es republicano, pero no quiere escuchar nada de los demócratas que han invadido Boston esta semana para su convención.

"Es un absoluto desastre", se quejó el dueño del restaurante Dom's, en el barrio italiano de la ciudad donde abundan las trattorias y pizzerías.

"Haría más negocio durante una tormenta de nieve en febrero que lo que he hecho durante esta semana", aseguró el hombre cuyo restaurante, al igual que la mayoría de los ubicados cerca del Fleet Center, sede de la convención, vio reducida considerablemente su clientela por las estrictas medidas de seguridad que rodean el encuentro demócrata.

Durante casi un año, el Alcalde Thomas Menino -demócrata- sedujo a dueños de restaurantes y negocios de la zona con promesas de que los más de 30 mil visitantes gastarían una fortuna, pero los delegados, periodistas e invitados que todos los días acuden a la convención raramente salen del Fleet Center para no perder tiempo en los controles de seguridad.

Además, el perímetro cerrado a cuatro cuadras a la redonda ha virtualmente dejado inaccesible la zona. Se estima que las ganancias en estos locales han caído entre el 50 y el 70 por ciento estos días.

Por ahora, los únicos contentos parecen ser los taxistas y los vendedores de parafernalia, ya que en las noches los visitantes quieren salir rápido del centro de convenciones y el taxi es el medio de transporte más popular.

En tanto, en el lobby del hotel Sheraton, Tom Lanmers no paraba ayer de vender botones partidarios, playeras...

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