¿Cómo afecta el frío al cuerpo?

Otra onda gélida llega a la Ciudad y con ella la necesidad de prender la calefacción, usar un grueso abrigo, frotarse las manos o quedarse bajo las cobijas. ¿Qué dispara en el cuerpo humano esa dura sensación de frío y la imperiosa necesidad de alivio térmico? De acuerdo con expertos intervienen factores, obviamente fisiológicos, pero también adaptativos y étnicos.

  1. Una señal congelante

    Cuando el ambiente gélido toca la piel, las terminaciones nerviosas envían una señal al sistema nervioso central, en el cerebro, de donde sale la alerta al resto del cuerpo de que la temperatura está más baja de lo normal, es decir, de los 35.5 estándar. Es necesario actuar.

    Es entonces cuando el cerebro, a través del hipotálamo, envía órdenes para equilibrar la temperatura, como temblar, para recuperar el calor perdido.

  2. ¿Orejas, manos y pies fríos?

    Especialistas coinciden en que una de las órdenes que recibe el organismo ante las bajas temperaturas es concentrar la circulación de la sangre en los órganos vitales como el corazón, el cerebro y los pulmones.

    De ahí que las orejas, las manos y los pies comienzan a enfriarse.

    La cabeza es un punto clave, pues a través de ella se puede perder calor o generar más frío. Por eso es necesario siempre usar un gorro.

  3. Menos pelo y más sudoración

    La cantidad de pelo perdida en la piel a través del tiempo, según la Teoría de la Evolución, hace que el ser humano quede prácticamente desnudo ante las bajas temperaturas.

    Los animales tienen todavía esta ventaja, además de que en ellos predomina la grasa denominada parda, como en los osos polares, lo que les brinda una mayor capacidad de generar calor.

    Las diferencias étnicas también influyen en la sensación de frío. Por ejemplo, quienes viven en los polos norte y sur poseen menos glándulas sudoríparas, pues el cuerpo no necesita tanto del sudor para refrescarse.

  4. Una proteína gélida

    En el 2007, científicos de Estados Unidos identificaron al responsable de que el cuerpo sienta frío. Se trata de la proteína TRPM8, presente en el sistema nervioso y que se activa con las bajas temperaturas y al entrar en contacto con agentes químicos refrescantes, como el mentol.

    Al estudiar el comportamiento de roedores, los expertos vieron que aquellos que carecían de esta proteína tenían problemas para sentir frío cuando el termómetro marcaba los 10 grados centígrados.

    Precaución

  5. La bufanda

    Aunque el aparato respiratorio tiene mecanismos para calentar y filtrar el aire que recibe a...

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