Coordenadas/ Un aeropuerto que no aterriza

AutorEnrique Quintana

El caso del Aeropuerto Alterno de la Ciudad de México es un buen ejemplo del tipo de problemas de decisión que tiene la actual administración.

El caso del Aeropuerto, además, desborda los contornos de este sexenio e ilustra la clase de problemas que tenemos en México para tomar decisiones.

Déjeme hacer un poco de historia.

Corría el año de 1994, cuando el entonces Secretario de Comunicaciones y Transportes, Emilio Gamboa, decía que ya se había hecho la tarea y que sobre la base de los estudios practicados entonces, dejaban a la siguiente administración todos los elementos para que en los primeros meses del sexenio se pudiera tomar la decisión con respecto a si el nuevo aeropuerto se construiría en Texcoco o en Tizayuca.

Ya se habían desechado otras ubicaciones por razones aeronáuticas. Recuerdo perfectamente que Gamboa decía que, de hecho, había elementos para decidir entonces, pero que no era prudente tomar la determinación con respecto a un proyecto de varios años, durante el último de la administración.

Sin embargo, llegó la crisis de 1995 y con ella, la presión para construir el Aeropuerto bajó pues con la drástica caída de los ingresos y en el empleo también hubo un fuerte descenso de la demanda de transporte aéreo.

Pero parecía que ya había suficientes estudios sobre la mesa para que -por lo menos- desde un punto de vista técnico, las opciones pudieran evaluarse con rapidez.

Bajo la administración de Zedillo y con Carlos Ruiz Sacristán como Secretario de Comunicaciones y Transportes, se fue el sexenio sin que hubiera decisión aunque se volvieron a hacer evaluaciones diversas.

Desde hace un buen número de años, el Gobierno de Hidalgo, todavía bajo Jesús Murillo Karam y con Manuel Angel Núñez como Secretario de Desarrollo Económico, inició una fuerte campaña para promover el proyecto de Tizayuca, que se veía más como un proyecto de desarrollo que como un mero proyecto aeroportuario.

En Texcoco y en particular en el Estado de México, hubo muy escasa promoción del proyecto alterno bajo la administración de César Camacho. Fue hasta meses después de que llegó Arturo Montiel, que comenzaron las campañas para empujar el proyecto.

Al comenzar esta administración y plantearse el proyecto del nuevo aeropuerto como una de las primeras decisiones que había que tomar durante la actual administración, Pedro Cerisola tomó la batuta del grupo de trabajo que diseñó una metodología para llegar a una decisión.

Cerisola explicó en diversas ocasiones el...

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