Advierten en violencia desafío para el Estado

AutorInder Bugarin

Corresponsal

BRUSELAS.- La crisis de seguridad que padece México representa la versión moderna de los conflictos armados: una violencia extrema motivada por intereses económicos y con capacidad de desafiar al propio Estado, afirmó Louise Arbour, presidenta de International Crisis Group (ICG).

En entrevista con REFORMA, quien fuera Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos asegura que México se ha convertido en un laboratorio mundial con enormes implicaciones para la paz global, pues, si el Gobierno mexicano es incapaz de superar la actual crisis, menos podrán los Estados débiles de Centroamérica, África Occidental, el Sahel y Afganistán, donde comienzan a registrarse fenómenos similares.

"Históricamente los conflictos iniciaban con una agenda política, como fue el caso de Colombia. Pero en México los cárteles no reclaman reemplazar el Gobierno y apoderarse del País, sino están interesados en debilitarlo para operar en completa libertad su empresa criminal", consideró la jurista canadiense.

"La razón por la que estamos interesados en México no es sóo por el tamaño (del problema), sino porque de todos los países que presentan este tipo de conflictos (generados por una agenda económica y no política) es posible que México sea el que comience a encontrar soluciones, porque tiene capacidad de Estado y cierta complejidad. Si no puede México, menos los demás".

Fundada en 1995, reconocida por sus análisis a favor de la solución de conflictos, ICG comenzará a operar en México a partir del 19 de marzo, fecha en la que publicará su primer informe sobre la situación en el País.

Arbour adelantó que la organización desarrollará en México investigaciones permanentes en el terreno sobre temas concretos relacionados a la violencia y las amenazas al funcionamiento de la democracia, con el objetivo de emitir recomendaciones que permitan superar crisis concretas.

La antigua fiscal de los Tribunales Internacionales para la ex Yugoslavia y Ruanda sostuvo que la política de drogas basada en un modelo represivo y el uso del Ejército en tareas policiacas resultó ser la estrategia equivocada para afrontar a los cárteles mexicanos.

"Me reuní con el Presidente Calderón cuando acababa de comenzar a usar al Ejército y recuerdo, como Alta Representante de Derechos Humanos, que le dije que, si no ponía una cláusula de retirada, de seis semanas, tres meses, no seis años, primero aumentarían los niveles de violencia porque los adversarios se...

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