Advierten que migración puede frenar desarrollo

AutorLeonardo Valero

Los países con alta emigración pierden el pulso vital de su sociedad y corren el riesgo de paralizarse, advierte Bertie Ahern, Primer ministro de Irlanda, al ubicar a este problema como uno de los más graves para cualquier país.

Ahern, quien regresa hoy a Irlanda tras cuatro días de visita oficial en México, explica que la viabilidad de su país estuvo en juego cuando, durante los 80, perdieron a su población más joven y en ocasiones mejor preparada.

Por aquellos años, recuerda, la emigración irlandesa hacia Gran Bretaña y Estados Unidos, principalmente, equivalía a la totalidad del crecimiento de la población económicamente activa. Todos los jóvenes en posibilidad de incorporarse al mercado de trabajo se estaban yendo.

Hoy, sólo 13 años después, la situación no podría ser más distinta. Irlanda logró detener la emigración por completo y ahora, incluso, se transformó en inmigración, además el desempleo prácticamente ya no existe.

Los reclamos de diversas organizaciones campesinas mexicanas postradas en el Angel de la Independencia se colaban a través de la ventana; la conversación vira hacia el problema agrícola por el que atraviesan ambos países.

"Productores agrícolas irlandeses protestan ahora frente a mi oficina", dice. Las exigencias son en parte las mismas que en el caso mexicano: aumento a los subsidios para la industria agropecuaria.

Para Ahern, a pesar de las grandes diferencias entre ambos países, la única solución pasa por practicar una agricultura diferente, de mucha mayor intensidad. Hacer las granjas más grandes y más productivas. Además, señala, mucha gente tendrá que dejar de trabajar la tierra.

En Irlanda, relata, los subsidios que la Unión Europea otorgó a los productores agrícolas por más de 10 años han disminuido considerablemente en lo que pareciera ser una situación irreversible.

Ante tal escenario, dice, la industria agropecuaria irlandesa tendrá que revolucionarse, lo que están intentando de diferentes maneras.

"Tenemos que ser más inteligentes al seleccionar los productos que sembramos y exportamos. Nuestras grandes multinacionales han optado por comerciar con productos que pueden mover con facilidad alrededor del mundo".

Un milagro con respaldo social

Cuando en los 80 la economía irlandesa decrecía a un ritmo de 2 por ciento cada año, para 1992 el país generaba tazas de crecimiento del orden del 8 por ciento. Nivel que se mantuvo más de seis años y que sólo se vio interrumpido por la crisis mundial de las empresas de...

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