Advierte Rousseff recortes

AutorAlberto Armendáriz

CORRESPONSAL

RÍO DE JANEIRO.- Al asumir ayer su segundo mandato, la Presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, reconoció que será necesario un fuerte ajuste para reactivar la desacelerada economía del país.

Prometió, empero, que no afectará los programas sociales para los más pobres.

"Más que nadie sé que Brasil necesita volver a crecer.

"Los primeros pasos de este camino pasan por un ajuste en las cuentas públicas, un aumento del ahorro interno, la ampliación de las inversiones y el incremento de la productividad en la economía.

"Haremos eso con el menor sacrificio posible para la población, en especial para los más necesitados", dijo la Mandataria ante el plenario del Congreso en Brasilia tras jurar el cargo hasta 2018.

Aunque durante la campaña para las elecciones de octubre último Rousseff había rechazado los "cambios drásticos" en la economía que proponía su rival socialdemócrata Aécio Neves, ayer la abanderada del Partido de los Trabajadores (PT) se sinceró frente al país y marcó el rumbo del difícil camino que tiene por delante en los próximos cuatro años.

Su primer mandato terminó con una expansión del PIB estimada en 0.2 por ciento, luego de un año en el que la economía entró en recesión técnica tras dos trimestres seguidos de crecimiento negativo.

Además, la inflación alcanzó el 6.5 por ciento y la principal empresa del país, la estatal Petrobras, cayó a su valor más bajo en una década debido al escándalo de corrupción que se investiga en su interior.

La Jefa de Estado llegó ayer a bordo de un Rolls Royce descapotable, con su hija Paula.

En el trayecto desde la Catedral, saludó a la poca gente que se acercó a la Explanada de los Ministerios.

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