Adriana Fernández / Le falta humor

AutorAdriana Fernández

Los elfos, lo tienen. Dorian Gray, lo tiene. Y los vampiritos de la saga de Crepúsculo, lo tienen también. Eso que los exploradores españoles buscaron en vano. Aquello que las artistas de Hollywood le piden a su cirujano: la eterna juventud.

Llega una película cuyo personaje goza de esta ¿envidiable? cualidad: El Secreto de Adaline.

Adaline Bowman (Blake Lively) es una joven sumamente atractiva, a la que vemos comprando identificaciones falsas en San Francisco. Eso resulta intrigante, pero lo es también su peinado algo anticuado, su ropa conservadora.

Un narrador nos explica: Adaline nació en 1908, pero a la edad de 29 años sufre un accidente que le impide envejecer. Suena perfecto, pero no lo es y Adaline tendrá una larga vida... con sinsabores.

La premisa no es original: varias cintas han tocado el punto de la inmortalidad; lo que la hace en cierta forma diferente, es que la protagonista no es un ser sobrenatural, es una persona -más o menos- común y corriente.

Y digo más o menos, porque el director se ha encargado de que la bella Blake Lively aparezca espectacular en todo momento.

Alta y garbosa, la película por mucho parece una pasarela con modas que van desde los años 30 hasta nuestros días... mismas que Lively porta impecable.

Una mujer tan bella no puede estar sola. Adaline es una rompecorazones en serie y en serio. Amén de una sagaz...

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