Adolfo Aguilar Zinser / Sierra Gorda y Heladio

AutorAdolfo Aguilar Zinser

Algunos de mis lectores me han recriminado recientemente que a últimas fechas mis colaboraciones semanales denotan un cierto pesimismo e incluso un estado de ánimo sombrío. Es cierto, en las actuales circunstancias a todos, en particular a quienes queremos influir con nuestras opiniones y juicios en el ánimo de la opinión pública, nos hace falta una buena dosis de sentido del humor, optimismo y esperanza. No debiéramos quizás tomar tan en serio los disparates, las torpezas y tropelías de nuestros gobernantes y políticos. Visto con sangre más ligera, el trágico acontecer político del país tiene mucho de cómico, de grotesco y de aprovechable como veta para la comedia y el vodevil.

Sin embargo, debajo de la vergonzosa comedia mexicana actual hay infinidad de situaciones críticas, que sin afán de exagerar, ni dramatizar, sí entrañan riesgos muy graves para el futuro del país que no deben pasar desapercibidos. Hace unos días leí en un diario de Querétaro una declaración del dirigente campesino y ex gobernador de Oaxaca, Heladio Ramírez, a quien, no obstante las diferencias políticas que nos separan, respeto desde hace muchos años. Heladio dijo que "en nombre de la ecología y del medio ambiente" las Areas Naturales Protegidas del país -de Coahuila, Oaxaca, Michoacán o Querétaro- privan, expropian, a los campesinos más pobres de sus tierras prohibiéndoles las siembra de sus cultivos, el pastoreo de ganado y el uso de sus recursos como el agua, la madera, la tierra. Heladio, líder Nacional de la CNC, afirmó, según este reporte, que las Areas Naturales Protegidas son lugares "donde se han tomado zonas muy amplias, donde hay muchas comunidades, las declaran zonas de la reserva de la biosfera y en esos momentos los campesinos tienen que voltear al cielo para ver qué pasa, porque se quedan en el desamparo total". Duros pero creo yo injustos y desatinados los juicios de Heladio respecto a las zonas más vitales para nuestra ecología.

En un país que literalmente se está secando, donde las viejas prácticas agrícolas chocan, en algunos lugares frontalmente, con la conservación de la riqueza natural y con la integridad misma del territorio nacional, cuestionar las restricciones impuestas por el Estado a las Areas Naturales Protegidas es invocar a los infiernos. Heladio Ramírez tiene en mente los intereses de los campesinos, no lo dudo, pero me pregunto, ¿son los intereses inmediatos de los campesinos como los entiende la CNC, compatibles, en todo momento...

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