Con ADN promueven el bienestar de menores

CHIHUAHUA, Chih., marzo 16 (EL UNIVERSAL).- Para Miguel, Clara y Tita, las horas después de la escuela son una oportunidad para crecer. A través de la música y el deporte estos tres hermanos han encontrado un espacio para desarrollar sus habilidades mientras sus padres trabajan. Ellos son parte del modelo ADN.

Ampliando el Desarrollo de los Niños (ADN) se implementa desde hace 10 años en escuelas de nivel básico, ubicadas en polígonos con altos índices de pobreza y desintegración social del estado, su objetivo es minimizar situaciones de riesgo de las niñas, niños y adolescentes.

El modelo de la Fundación del Empresariado Chihuahuense (FECHAC), nació en Ciudad Juárez en 2007, con el propósito de rescatar ?a través de actividades extraescolares? a niños y jóvenes que crecen en un entorno de pobreza y violencia, y que además enfrentan la ausencia de sus padres o tutores por cuestiones laborales, convirtiéndose así en blanco fácil para los grupos criminales.

De esta forma, el proyecto promueve su derecho a vivir en condiciones de bienestar y el sano desarrollo integral, así como una vida libre de violencia.

Actualmente, ADN beneficia diariamente a casi 7 mil menores, con actividades formativas de tipo artística, académica y física, así como con alimentación balanceada, todo ello sustentado en un proceso de sistematización con manuales que establecen la metodología.

En esta década, el proyecto se expandió a 88 preescolares, primarias y secundarias con la participación de 40 organizaciones de la sociedad civil. En el estado, ADN tiene impacto en 17 municipios, principalmente en Ciudad Juárez donde se implementa en 26 escuelas.

Un modelo para compartir. En entrevista para EL UNIVERSAL, Héctor Jurado Sánchez, presidente del Consejo Directivo de la FECHAC, señaló que ADN es el programa insignia de la Fundación del Empresariado, ya que es un modelo que ha demostrado que puede cambiar vidas.

Los casi 7 mil menores que ahora reciben atención al concluir su horario escolar. Anteriormente estos pequeños se encontraban solos, en zonas marginadas y las calles, donde desde muy chicos comenzaban a integrarse a pandillas.

"Los niños que han pasado por este modelo son más amigables, mejoran sus habilidades sociales, disminuyen la violencia, mejoran sus calificaciones, en general, son mejores niños y niñas", expresó Jurado Sánchez.

Las bondades probadas de ADN llamaron la atención de la Fundación del...

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