Administración de Tecnología / Lo propio sobre lo ajeno
| Autor | Enrique Canales |
En México dentro de las empresas, así como dentro de las universidades y tecnológicos, ni siquiera existe la conciencia sobre cuáles conocimientos son propios ni cuáles conocimientos provienen de otras partes. Esto sucede porque estamos acostumbrados a que casi la totalidad de los conocimientos no han sido generados por nosotros y, por lo tanto, vivimos muy campantes aprendiendo un poco de todo lo que hacen los demás.
Simplemente recalco un hecho: necesariamente las verdaderas ventajas competitivas que nos pueden salvar provienen de agregarle a todo lo que hacemos un poco de conocimientos generados por nosotros. Simple. Nadie puede cobrar mucho si utiliza solamente conocimientos ajenos que ya muchos han aprendido a utilizar.
Los estudios de ingeniería y de todas las profesiones consisten en propagar conocimientos muy conocidos y comprobados, por lo tanto, estamos fritos si solamente queremos competir con apoyo de esos conocimientos.
Ojalá para estas fechas hayamos comprendido que todo conocimiento que provenga de cualquier profesión, junto con todo conocimiento que provenga de cualquier cliente o proveedor, o inclusive de alguna información entresacada a través de internet, es un conocimiento accesible también a los competidores y, por lo tanto, no producirá ventaja suficiente para competir contra ellos.
¿Entonces? Es necesario que cada empleado y funcionario de la empresa comience en serio a pensar cuál va a ser su aportación por encima de trabajar más. Cualquiera trabaja más, pero con puro trabajo no dominas a los competidores. Por eso, cada empleado debe procurar alcanzar y armar un nuevo conocimiento que nos lleve a hacer algo diferente con más valor.
Pero aportar algo novedoso y de valor para mejorar un quehacer dentro de la empresa es un trabajo personal que comienza mucho antes de que cualquiera se haya dado cuenta.
Lo más difícil para lograr un conocimiento de un saber hacer propio, curiosamente consiste en definirnos algún tema específico para meternos a profundidad. Por otra deformación cultural proveniente de las academias y las profesiones, malamente se piensa que si una persona se dedica a dominar "el saber hacer mejor que nadie" algún detalle o cosa pequeña, se arriesga demasiado y se puede quedar sin chamba.
Al contrario, al saber competir en un detalle se vuelve uno más competitivo en todo. Efectivamente, para desarrollar un tema de forma personal es necesario seleccionar primero un tema bastante enfocado y definido. Pues no...
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