Administración de Tecnología/ A 200 pellizcos

AutorEnrique Canales

Los gurúes nos han formado la idea de que podemos realizar proyectos muy estratégicos para cambiar el rumbo de la empresa. De ahí que algunos ejecutivos tan sólo pretenden dedicarse a las cosas urgentes e importantes. Considero que esto es un grave error. Los detallitos trastocan al negocio. Un tornillito flojo al final derrumba el tráiler. Detallitos sueltos podrían hacer fracasar el ataque a Osama.

Construir una empresa es como construir una catedral, se necesitan muchos años y miles y miles de ladrillos. Cada ladrillo de la catedral es importante, afortunadamente para los religiosos que no se meten a terroristas, los ladrillos bien quemados duran quietos muchos siglos. En cambio en la empresa, los ladrillos duran menos de tres meses, al menos que se vigilen, renueven y se vuelvan a vigilar.

Entonces cuando oigo empresarios que esperan mejorar la empresa a base de tres o cuatro golpes de genialidad, enrocando a gerentes o con algunos golpes fuertes de timón, a veces, me contagia el entusiasmo. Pero semanas después al ver que los pequeños quehaceres se siguen haciendo igual, me vuelvo escéptico y cínico.

También existe una perversa tendencia entre los ejecutivos al considerar que ellos existen para atender las cosas de mayor importancia y que las cosas de menor importancia no las atienden porque no tienen tiempo y que para eso existen supervisores y un sinnúmero de herramientas modernas de control. Muy bien, pero la variación en el desempeño de los detallitos es mortal.

En este ambiente de grandes acciones los ejecutivos anhelan sacar unos ocho proyectos de transformación de la empresa y se olvidan de echarle un ojo a los perversos detallitos.

Pocos son los ejecutivos, entonces, que se dan cuenta que además de realizar cualquier cambio que impacte en los resultados, es necesario también introducir algunos proyectos de a pellizco de modo de transformar el nivel de productividad o calidad de toda un área de la empresa. No se trata de hacer un esfuerzo general, nada de eso, se trata de abrir y renovar 200 ladrillos deteriorados en un área de nuestra catedral.

Todas las áreas pueden mejorar radicalmente si nos concentramos a darle 200 pellizcos en un mes, para modificar casi todo lo que hace. No es el programa de mejora continua, no...

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