Adiós a una gran rumbera mexicana

AutorRafael Aviña

Mercedes Barba, mejor conocida como Meche Barba, no sólo tiene un lugar especial en las andanzas de un cine mexicano que descubría a las rumberas: las mujeres de fuego que encendían los escenarios del cabaret en uno de los géneros más inquietantes, divertidos y antisolemnes de nuestra cinematografía, que entrecruzaba el arrabal y el baile como una manera de unir el cielo e infierno.

A su vez, Meche con su belleza muy mexicana; cuerpo robusto, bien torneadas piernas, cabellera oscura y un rostro inflamado de deseo: pómulos poderosos, labios gruesos, ojos grandes, cejas espesas y largas pestañas, tuvo la fortuna de foguearse en las carpas y en los teatros de revista que cedieron al cine a muchas de sus grandes figuras como ella.

De teatros de variedad como el Follies, el Lírico o el Arbeu, Meche tuvo la oportunidad de debutar frente a las cámaras de cine siendo una niña en Ave Sin Rumbo (1937), bailando a ritmo de rumba "El Jabarito", y aparecía como corista en Dos Corazones y un Tango y Canto a las Americas -ambas de 1942-, al tiempo que se unía a la caravana de Paco Miller recorriendo el país y parte de los Estados Unidos al lado de futuras estrellas como Germán Valdés Tin Tan y Marcelo Chávez.

Para 1943, Meche accede a incorporarse al reparto de la comedia de aventuras rancheras, Sota, Caballo y Rey, en la que debutaba nada menos que el futuro "Gallo Giro" Luis Aguilar, y a ésta seguirían: Rosalinda, protagonizada por María Antonieta Pons; Rancho de mis Recuerdos y El Hijo de Nadie, al tiempo que actuaba en el Teatro Iris al lado de Tin Tan y Marcelo.

La carrera fílmica de Meche no parecía tomar ningún camino atractivo; estaba condenada en apariencia al intrascendente papel de "damita joven" hasta que llega la oportunidad de coestelarizar Humo en los Ojos (1946), de Alberto Gout, al lado de otro galán que estaba a punto de despegar como gran estrella: David Silva.

Así, vendrían cintas como Gran Casino con Jorge Negrete, bajo las órdenes de Luis Buñuel; Cortesana y Músico, Poeta y Loco (1947), estelarizada por el genial cómico Germán Valdés Tin Tan.

En la película, dirigida por Humberto Gómez Landero, Tin Tan se hace pasar por el profesor de un internado para señoritas. Ahí, sus habilidades musicales lo hacen muy popular entre las internas y termina enamorado de la atractiva alumna Mercedes, interpretada por Meche...

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