"Adiós, Glinka", un libro ilustrado para restarle estigmas a la muerte
| Fecha de publicación | 30 Noviembre 2023 |
El médico y escritor Arnoldo Kraus conversa sobre esta pequeña historia de la muerte de una perrita, el proceso de asimilación y su sepultura. La historia, dice, es el parangón de cómo ayudar a morir cualquier ser querido es un acto de amor y dignidad; la edición es de Sexto Piso, ilustrada por Alejandro Magallanes.
Glinka es una perrita de 14 años cuya vida ha llegado a su fin. La familia Genauer se compone por las pequeñas Gabriela y Elisa, y sus padres María y Xavier. Es la primera vez que amabas hijas deben asimilar la pérdida de un ser querido, alguien con quien han compartido toda la vida.
¿Qué significa una pérdida de esta magnitud para alguien que la vive por primera vez? ¿Cómo asimilarla? ¿Qué tan relevante es el acompañamiento de los padres y otros seres queridos en este hecho inminente que habrá de presentarse en nuestra línea de tiempo más de una vez? ¿Por qué es tan relevante que la muerte no se oculte, se reprima, como si se tratara de una vergüenza o un diablo al que más vale no mirar a los ojos?
El libro gráfico “Adiós, Glinka” (Sexto Piso, 2023), escrito por el autor y médico Arnoldo Kraus, e ilustrado por Alejandro Magallanes, explora este hecho que marca la vida de todos los seres humanos en unas breves páginas, con una sencilla conversación en la que María y Xavier explican a sus hijas el proceso natural de la muerte, tan cierto como la respiración, y comparten la solemnidad de un ritual tan humano como lo es cavar un hoyo para dar sepultura a ese ser querido del que solamente restan los despojos.
Suficiente amor para permitir la muerteEn el marco de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, Arnoldo Kraus conversa con este diario sobre su trabajo reiterado en torno a la muerte, el proceso de duelo, la pérdida, la eutanasia, el suicidio asistido, la dignidad.
“Este libro tiene el gran valor de que el texto dialoga muy bien con las ilustraciones y se complementan”, comparte. “En la primera página de otro libro mía de anatomía puse que un personaje de ‘Alicia en el país de las maravillas’ pregunta qué sería de un libro sin ilustraciones, porque los libros de anatomía son libros muy ilustrados, por supuesto. Y en esta coyuntura, los grandes dibujos de Magallanes interpretan perfectamente lo que escribí y permiten que los pequeños puedan leer el libro acompañados de sus padres, de sus abuelos, para comprender un poquito...
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