Adiós a las desveladas infantiles

AutorJessica Castañeda

Son las 12:00 y en el silencio de la noche usted escucha suavecito cómo Bob Esponja discute con Calamardo sobre el sabor de las cangreburgers.

No, no está soñando, son sus hijos que se han quedado despiertos viendo la televisión.

Los problemas para dormir, entre ellos, el desvelarse, despertarse a medianoche o no poder conciliar el sueño, son situaciones comunes en la infancia que suceden en promedio al 20 ó 30 por ciento de los pequeños, de acuerdo con una investigación de la revista Pediatrics in Review, en Estados Unidos.

En México no hay una cifra oficial, pero la situación de niños en edad escolar que terminan cerrando los ojos fuera de su horario regular y durmiendo menos horas se agudiza en vacaciones.

"En términos generales, los problemas de sueño ocurren más comúnmente ahora durante las vacaciones porque los niños tienen actitudes más relajadas y la conducta de los padres se relaja, también", dice Enrique Mendoza López, presidente del Colegio de Pediatría de Nuevo León.

Sin importar qué época del año sea, los niños en edad escolar, de 6 a 12 años, deben dormir de ocho a 10 horas en promedio y hacerlo en un horario antes de las 22:00 horas.

Pero al llegar las vacaciones la disciplina se relaja un poco y los niños se duermen a la medianoche, incluso después, y se levantan tarde. Los padres permiten que esto suceda para, a su vez, lograr un par de horas más de sueño por la mañana o realizar algunas actividades mientras sus hijos duermen de día.

"Yo he sabido de niños escolares que se duermen a las 2:00, 3:00 y 4:00 de la mañana viendo televisión y los papás no les dicen nada", asegura Mendoza López.

"Esto significa que no estamos poniendo orden y, ¿qué sucede?, el niño se duerme tarde y al día siguiente se levanta tarde. En el trascurso del día tiene sueño y duerme siesta, y en la noche no tiene sueño y se hace un círculo vicioso".

Sin embargo, son vacaciones, y es válido bajar un poco la guardia, siempre y cuando al llegar el tiempo, se reanude la disciplina.

"Cuando nos fuimos de vacaciones los niños se dormían a las 11:00 ó 12:00, no se querían dormir porque todo lo tenían cambiado, no estaban en su casa y además estaban sus primitos", comentó Lupita de Medina, vecina de la Colonia Satélite Acueducto, quien fuera de vacaciones no tiene problemas para dormir a sus niños a las 20:30 horas.

Lo más importante, dice Elizabeth Aguilar, directora del Centro de Investigación Familiar, es que no existan excesos en los horarios y la...

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