Adiós, Aventurera

AutorMarco Castillo

Un paro cardiaco le arrebató ayer la vida a Ninón Sevilla.

Se fue la mujer de 85 años que en 1949 impactó en el celuloide con sus labios seductores, curvas provocadoras, simplemente una cubana irresistible que arrancó suspiros con el número "En un Mercado Persa", como la cabaretera Elena Tejero del filme Aventurera.

Desde sus inicios y en su etapa cinematográfica de los 40 y 50, eso fue lo que Ninón consiguió con su belleza exótica que, para muchos, no fue tan espectacular como la de María Félix o Elsa Aguirre.

Mucho menos encajó como una heroína sufrida estilo Marga López o Esther Fernández.

Y es que, como ella misma dijo sobre su paso por el cine: "nunca salí de la cuadra de la perdición".

La prueba está en los títulos que encabezó: Aventurera (1949), Perdida (1949), Pecadora (1947), Coqueta (1949), Sensualidad (1950), No Niego mi Pasado (1951) y Víctimas del Pecado (1950).

Fue a mediados de los 40 cuando llegó a México contratada para espectáculos de cabaret, hasta su debut en la cinta Carita de Cielo (1946), con María Elena Márquez.

Ese fue el despunte. De ahí siguieron Señora Tentación y Revancha (1948) antes de que llegara su consagración con Aventurera (1949).

Esta última marcó un antes y un después en la caribeña quien, desde Carita de Cielo, se había convertido en artista exclusiva de Producciones Calderón, impulsora del llamado cine de cabaret.

Es por muchos conocido el romance de "la estrella y el productor", pues vivió un tórrido idilio con Pedro Arturo Calderón, quien consintió a la cubana, pues redituaba sendas ganancias que se reflejaban en la taquilla, además de compensarle en el terreno sentimental.

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