Adiós al yugo

AutorEdgar Contreras

Sólo faltaba que Miguel España recibiera descuentos del América, rival que se había coronado a costa de Pumas en dos ocasiones.

Hasta que llegó la temporada 1990-91 como revancha para el mediocampista y para la UNAM.

"Fue la tercera Final que jugué contra ellos, venía precedido de dos (derrotas) y si hubiéramos perdido, en esta tercera me hubieran dado mi credencial de cliente", confiesa España vía telefónica.

A la losa de perder dos títulos ante las Águilas, el técnico del América, Carlos Miloc, le agregó más sabor tras el primer partido de la Final de 1991, al calificar al futbolista como un "asesino".

"En el primer partido sí paré más de lo adecuado las jugadas, nunca una entrada artera, pero era un juego de palabras que en el segundo partido había que llevarlo con inteligencia porque las miradas, el mismo árbitro estaría atento a todo lo que hiciera, al final jugué y traté de...

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