Adiós al Yankee Stadium
| Autor | Ivett Rangel |
Enviada
BRONX, Nueva York.- Una gorra de los Yanquis, una playera con la palabra New Yorkers y un "loquesea" de los Mets; no, mejor de los Yanquis... Esos eran los encargos para este viaje a Nueva York que, previamente, había pensado comprar en el aeropuerto, justo a mi regreso a la Ciudad de México.
Pero en el vuelo hacia la Gran Manzana, Fernando y Rafael intercambiaron opiniones sobre el próximo juego. ¿Cuál juego?
"El de los Yanquis", expresaron al unísono a mi pregunta.
Habían decidido viajar el fin de semana exclusivamente para ver el juego de béisbol contra los Marineros de Seattle. Pero había algo más, algo más importante que un juego: el Yankee Stadium está por desaparecer, sólo le quedan dos temporadas más (2007 y 2008), antes de ser reemplazado por un estadio nuevo que se construye justo enfrente. Un coloso de mil millones de dólares con capacidad para 53 mil espectadores.
El destino entonces apuntaba hacia el Bronx, donde está la casa de los también llamados Mulos o Bombarderos del Bronx. Así abordé ese sábado la línea D hacia el mítico estadio.
Conforme las cifras de las estaciones se incrementaban: 103, 116, 125, 145, 155... las gorras, las sudaderas y las franelas bordadas con "NY" también. El blanco, negro y azul marino habían cedido a otros colores como el rosa, el verde y el amarillo; la moda yanqui para el mercado femenino.
En la 161 bajamos todos, y aunque restaban dos horas para que el juego iniciara, sobraban actividades para entretenerse. Unos, encogidos por el aire helado de Nueva York, conversaban sobre los partidos recientes contra Boston y Texas, otros buscaban refugio en la tienda oficial, aunque eso costaba 60 dólares mínimo y por persona; los demás disfrutaban de los hot dogs que venden en carritos. La música de órgano típica del béisbol animaba a los aficionados.
Phil, con un sombrero repleto de pins acumulados a lo largo de más de cuatro décadas, espera que los Yanquis sean campeones de la serie mundial este 2007, aunque aún es temprano para asegurarlo; la temporada concluirá hasta octubre. La última corona la consiguieron en 2000.
"Vengo aquí desde que tengo uso de razón; venía con mi padre y ahora vengo con mi hijo...", recuerda seguido de un suspiro. "Este estadio está lleno de recuerdos, y va a ser difícil no verlo más".
Y aunque el nuevo estadio también le agradará, asegura que el primero siempre es el primero.
"El nuevo Yankee Stadium estará increíble, pero nos hace pensar que le queda menos tiempo al...
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