Se adelanta Santa... y llega al Senado

Juan Arvizu Arrioja y Alberto Morales

CIUDAD DE MÉXICO, diciembre 9 (EL UNIVERSAL).- Santa Clós ha llegado al Senado y, aunque su trineo no pudo bajar en el helipuerto (no sirve), en camionetas de reparto, carros, motocicletas, bicicletas y a pie llegan los obsequios para los senadores, y los que ellos mismos se dan.

Estos son los días en los que ?los diablitos andan sueltos?; no los demonios de la política, sino esos equipos de traslado de carga, que recorren pasillos, suben por escaleras y elevadores con sus cargamentos.

Llevan tarjetas en las que todos se confiesan adeptos de la felicidad. El obsequio que ha sido la novedad son las gelatinas, que regala la senadora de Martha Palafox (PT), y que ha llamado la atención general, pues en ese postre está incluido el rostro de cada senador, su nombre, los colores de su grupo y el escudo del Senado. Hay que comérselo pronto.

A unos les cuesta poco el obsequio: unos regalan dulces con moñito y dan muestra de que ese gesto es una obligación local; en esa línea están los chocolates, muéganos, en tazas con algún grabado; frituras, botana provista de su mexicanísima salsa Valentina o Búfalo. Otros regalan libros, corbatas, artesanías de sus estados.

Los mezcales y tequilas llevan la delantera sobre coñaques, vinos de mesa, las sidras y rompopes y la rareza, las champañas, los grandes canastos con licores, y entre más costoso sea el regalo se adivina que viene de fuera de esta Villa de los Parabienes en la que la escasez y estrechez de medios materiales no tienen espacio.

El alud de la felicidad y abundancia se les viene encima desde el lunes, y hasta en las sillas y muebles de oficina con ruedas los colaboradores de los senadores llevan los múltiples regalos al sótano 1, donde estacionan las camionetas con blindaje ?F?, de fuero de los senadores.

Los espacios de trabajo de los colaboradores de los senadores, a la puerta de las oficinas, hacen las veces de bodeguita, y en escritorios y en el piso se acumulan los presentes, ya sea de un colega legislador, de un secretario de Estado o hasta de un gobernador.

En las mesas redondas de trabajo, donde tantas veces trabajan los senadores para aterrizar dictámenes y acuerdos, la magia de Santa Clós ha causado que desborden, literalmente, los regalos, que los acumulen unos sobre otros, en tanto es posible despejar el área.

Hay regalos que ya se sabe que van a llegar, como los buñuelos de Ernesto Cordero Arroyo, del Partido Acción Nacional (PAN), que son una...

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