Acusan tarahumaras despojo

AutorDaniel de la Fuente

CHIHUAHUA.- El arrebato de tierras por un megaproyecto turístico, la tala ilegal e inmoderada y el narcotráfico mantienen asolada a la comunidad tarahumara que habita en el inmenso Parque Nacional Barrancas del Cobre, conocido por sus paisajes espectaculares.

En los ojos de Efraín González sube el mediodía que promete entibiar el fresco ambiente que se percibe en la cima de Huetosácachi, un poblado del Municipio de Bocoyna, al suroeste de la capital de Chihuahua.

Sentado sobre un madero con tres de sus compadres a las afueras de una pequeña iglesia, el viejo tarahumara ha hecho una pausa en sus cansadas labores agrícolas. Este año no se dio el frijol y debe trabajar arduamente para arrebatarle a la tierra algo de repollo, maíz y calabaza.

Hasta allí le acompaña su mujer, Francisca Torres Cruz, menos silente que él. Dice que vive contenta en ese poblado, pues hace años llegó con los suyos de otras tierras cercanas que le fueron quitadas por los mestizos.

"Tuvimos que venirnos, nos quitaron las tierras; no dijimos nada, nomás nos venimos y ya todo está tranquilo". Dice que no sólo ella sino "un montón", caminaron para incorporarse a otras comunidades.

Esa ha sido la solución que los indígenas encontraron para escapar de la voracidad del chabochi, como le llaman al mestizo de la zona. Dice Javier Ávila, sacerdote jesuita, que en contraste con otros indios, cuando el tarahumara siente la pisada quita poco a poco su pie aplastado y, sin que el agresor se dé cuenta, se retira a donde no le molesten.

Incluso se les puede ver por entre caminos montañosos.

"No es el de sureste, que te avienta y te agrede", explica Ávila. "El tarahumara resiste, se aparta. Uno de ellos me decía: '¿tenemos que ser como los de Oaxaca para que nos tomen en cuenta?'".

Sin embargo, el jesuita sabe que el cerco que el mestizo ha tendido en torno al tarahumara ha llegado a límites graves. Hoy, esta histórica comunidad enfrenta como nunca, de acuerdo a especialistas, una serie de factores negativos: arrebato de tierras, tala ilegal e inmoderada que produce erosión y afecta los ciclos de sus cultivos, narcotráfico.

Es, pues, el otro lado del Parque Nacional Barranca del Cobre. El lado oscuro que no se ve.

'Huéspedes...

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