Ante acusaciones, sólo hubo silencio

AutorEnrique Osorio

Esposada, acompañada por una policía de custodia y con la cabeza agachada, Esther Alejandra entró seis minutos después del mediodía de ayer al Juzgado Segundo en Materia Penal del antiguo sistema.

La mujer de 48 años caminó unos metros hasta donde la esperaba la actuaria A. La custodia le quitó las esposas y le pidió que se sentara delante de la funcionaria, quien comenzó a explicarle el proceso y a hacerle preguntas. Con voz baja dijo no tener abogado.

Esther Alejandra fue detenida el martes por robo de infante. El pequeño que presuntamente hurtó fue el recién nacido Chavita, a quien crió como su hijo y quien cumplió 17 años el martes.

El señalamiento en su contra que le leyeron se centró en lo que presuntamente hizo la mañana del 14 de diciembre, pero de 2005, en la habitación 1261 del Hospital General Regional Número 45, también conocido como Hospital Ayala.

Según la averiguación previa 1865/2005, Esther se hizo pasar por una asistente de pediatría, incluso interactuó con los padres de Chavita, les dijo que se llevaría al bebé para "suministrarle fórmula".

"Ve bien a tu hijo porque ya va a venir el de seguridad", le dijo Esther al padre del menor que robó minutos después, según las declaraciones recabadas por la Fiscalía.

La familia ya había decidido el nombre, Salvador. El padre alcanzó a tomarle una foto con un teléfono Nokia que consiguió hacer pasar al hospital, pues su uso era...

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