Acuda con estilo a la ópera

AutorPatricia Cordero

Cuando se asiste a un concierto o a una gala operística, no basta con abrir los sentidos y disfrutar la música. Existen algunas normas cívicas, comúnmente rotas o desconocidas por el espectador, que al no seguirse provocan distracción y molestia.

He aquí algunas de las actitudes erróneas más frecuentes entre el público y consejos para apreciar la música.

Información previa

-Infórmese sobre el espectáculo o concierto que va a presenciar. Consulte datos como quién es el autor de la obra y el argumento (si es una ópera). (Sergio Meneses, director de la compañía Ópera de México, y Alfonso Orozco, tenor).

Duerma bien (pero no en la sala)

-Dado que un concierto puede durar hasta cuatro horas, en lugar de sentarse y tomar una siesta, lo mejor es dormir bien la noche anterior o antes de asistir a la función. (Charles Oppenheim, editor de la revista Pro Ópera).

Vista ropa cómoda

-No es necesario portar atuendos de gala, a menos que la ocasión lo amerite, aunque hay quienes recomiendan evitar ropa casual o informal. (Alfonso Orozco, tenor, y Charles Oppenheim, editor de la revista Pro Ópera).

Sea puntual

-Llegue con unos minutos de antelación a la sala para poder leer el programa de mano y conocer cuántos movimientos se presentan de cada obra, o bien el argumento de la ópera. (Sergio Meneses, director de la compañía Ópera de México).

-Si llega a tiempo para ocupar su lugar, evitará interrupciones que distraigan a los artistas después de anunciada la tercera llamada. (Alfonso Orozco, tenor, y Charles Oppenheim, editor de la revista Pro Ópera).

-Deje en el guardarropa o paquetería del teatro sus bolsas, con el fin de que pueda relajarse y evitar el ruido que producen. (Erick Zermeño, crítico de Pro Ópera).

Modere sus aplausos

-Cuidado con aplaudir fuera de tiempo. Si el concierto o recital está conformado por un ciclo de canciones o piezas, espere a aplaudir hasta el término de cada bloque, ya que cada uno busca crear una atmósfera diferente en poco tiempo, y este efecto podría ser roto por el aplauso. Puede guiarse por el programa de mano (Erick Zermeño, crítico de Pro Ópera).

-No aplauda al término de cada pieza. Espere a aplaudir hasta que el director cese de mover las manos o cuando los músicos de la orquesta se levanten para irse (Erick Zermeño, crítico de Pro Ópera).

-Los aplausos espontáneos son bienvenidos, mientras no se extiendan demasiado e interfieran con la continuidad de la ejecución musical (Sergio Vela, director de Actividades Musicales...

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