Un acto de fe

AutorAntonio Baranda

MÉXICO.- Más que informe de Gobierno, el evento que ayer encabezó el Presidente Andrés Manuel López Obrador resultó una manifestación de fe en ese porcentaje de mexicanos que, según sus datos, apoya su gestión.

Sirvió también para mandar un mensaje a quienes califica como sus adversarios, que no enemigos: les ganamos en las urnas y si hoy fuera la revocación de mandato, me quedo. Siempre con sus datos.

Una encuesta levantada por encargo sobre la aprobación de su Administración fue el as bajo la manga que traía para romper la monotonía de un discurso plagado de frases comunes, con pocos datos duros y sin anuncios a destacar.

La ceremonia de apenas 49 minutos, con un discurso de 39, ni siquiera se acercó a los tiempos que suelen durar sus mañaneras. Se realizó bajo una carpa montada en el Patio de Honor de Palacio Nacional, donde lo escucharon sus invitados y colaboradores.

A pesar de la pandemia y del sufrimiento que ésta acarreó, dijo el Presidente, la gente no ha perdido la fe en un mejor porvenir.

"Me alegra que así lo entiendan la mayoría de los mexicanos. Hace tres días se terminó de levantar una encuesta telefónica nacional aplicada por nosotros", comentó.

"Y comparto con ustedes algunas preguntas y respuestas, y subrayo, aplicada por nosotros, para que no se vaya a malinterpretar".

Ante miembros de su gabinete y la Jefa de Gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum, la única mandataria presente, presumió que el 38.4 por ciento cree que su situación económica va mejor. Tampoco estuvo el Canciller Marcelo Ebrard, quien se encuentra de gira por París.

Afirmó que 43 por ciento considera que hay menos corrupción este sexenio; que 64.7 por ciento cree que su Gobierno es un cambio importante; y que el 87.4 por ciento está a favor del cambio.

Incluso dijo que el ejercicio levantado por el Gobierno de la 4T arrojó que 72.4 por ciento votaría a favor de su continuidad si hoy fuera la revocación de mandato.

Sus invitados le aplaudieron, la Secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, se balanceó en su silla y volteó a ver a sus compañeros de gabinete.

López Obrador respondió con una sonrisa. Fue un gesto muy distinto al adusto que mostró al arranque de su informe, en el que también destacó la ausencia de sus familiares, ni su esposa Beatriz Gutiérrez Müller ni sus cuatro hijos.

"En fin, estamos bien calificados, pero aspiramos a convencer a más gente que lo mejor para todos es elevar a rango supremo la honestidad", expresó.

El Presidente tampoco...

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