Aceptan para salir de deudas

CULIACÁN.- Jorge vive en uno de los 154 campos pesqueros que hay en Sinaloa y forma parte de las 35 mil familias de pescadores ribereños que se ven obligados a buscar otras actividades desde hace aproximadamente ocho años, cuando la captura del camarón bajó drásticamente más de un 50 por ciento.

Sabiendo de la mala racha económica por la que atravesaba su familia, debido a que su padre había enfermado, según narra, hasta él llegaron narcotraficantes para solicitar sus servicios, cuando tenía apenas 18 años.

Ahora, a sus 26, dice sus experiencias como conductor de lanchas, que trasladan, según la versión de los propios pescadores, de una hasta tres toneladas de mariguana en unidades con motores fuera de borda, en las que viajan de noche a velocidades considerables.

"Yo estaba en la preparatoria cuando mi papá enfermó, él en ese tiempo era el sostén de la casa, y todos sus hijos estábamos estudiando, enfermó del corazón, y pues en mi desesperación yo me animé, acepté un trabajo para pasar droga desde Mazatlán hasta Lobos en Sonora", indicó Jorge.

Y es que según detalló, le ofrecieron 220 mil pesos...

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