Acecha Diablo el cielo

AutorAlejandra Benítez

REFORMA/ENVIADA

TOLUCA.- Las llamas del infierno se avivaron y bajo el estigma de un futbol arrollador que no ha tenido contemplaciones en los veranos, Toluca alcanzó ayer su tercera final en la historia de los torneos cortos al doblegar al Guadalajara por marcador global de 6-3.

Aunque las Chivas llegaron a la capital mexiquense en busca de la hombrada tratando de remontar una pesada loza de 4-1, un planteamiento timorato en los primeros 45 minutos y un esfuerzo tardío en el complemento, sólo les alcanzó para empatar 2-2, con lo cual quedaron eliminadas.

Los Diablos se esforzaron a medias y sólo metieron el acelerador a fondo en el primer tiempo para humillar al rebaño sagrado, clavándole dos más en la frente.

Parecía que con ello el tiempo retrocedía y quedaba saldada una vieja deuda entre el técnico del Toluca, Enrique Meza, y su colega Ricardo Ferretti, quien en el Verano del 97 no tuvo piedad en la primera Final que disputó "El Ojitos", al frente de Toros Neza.

José Saturnino Cardozo abrió el marcador a los 10' y luego un soberbio tiro de castigo de Víctor Ruiz redondeó el objetivo para dejar en claro que ya no había más dudas y que sólo 45 minutos separaban a los rojos de su tercera final.

Chivas reaccionó cuando rebasaban 40 minutos de juego, pero fue más por una cuestión de orgullo y de honor que por mostrar alguna mejoría en su juego de conjunto.

Ni el regreso de Claudio Suárez, que jugó en la contención tratando de darle salida al chiverío, fue suficiente para darle solidez a un equipo que siempre careció de contundencia.

Ramón Morales perforó la cabaña de Hernán Cristante con la fuerza y el coraje de aquel que se niega a morir sin dar pelea.

En la tribuna, el público toluqueño, que tiñó de rojo la casa del diablo, vivió su propia fiesta, pues mientras la Porra Perra Brava pedía un cambio de nombre para el estadio sugiriendo que se llamara Nemesio Diez, en el viejo inmueble ya se respiraban aires de victoria y sabor a Final.

El ambiente preelectoral también se notó entre los presentes, en medio de todo tipo de propaganda política, sobresalió una manta que señalaba: "Ni Pancho, ni Chente, 'Ojitos' para Presidente".

En el complemento, Ferretti se dejó de especulaciones y envió a su gente de experiencia al frente con el veterano de mil batallas, Benjamín Galindo, como comandante en la media cancha; al frente Héctor del Angel y Ricardo Peláez saltaron con todas las ganas de remontar algo que parecía imposible.

Toluca se conformó y las...

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