Acecha a Chirac voto de castigo

AutorMónica Delgado

REFORMA/FRANCIA

PARÍS.- Primera cita electoral desde que Jacques Chirac llegó al poder en el 2002, las elecciones regionales que se realizan hoy en Francia podrían traducir en el voto el descontento que los franceses expresan en las calles desde hace varios meses hacia la política de su Primer Ministro, Jean-Pierre Raffarin.

Una sanción que en algunos electores podría alimentarse de otros temas polémicos como la condena judicial por financiamiento ilícito al líder del partido mayoritario UMP (Unión por un Movimiento Popular), Alain Juppé, la ley contra el uso de signos religiosos en las escuelas, recientemente aprobado por el Parlamento francés, o el reanudado temor del terrorismo islamista después de los atentados de Madrid.

Dado que también serán las últimas elecciones (junto con las europeas del próximo mes de junio) antes de las presidenciales del 2007, para los partidos políticos los comicios regionales resultan una prueba decisiva en su estrategia hacia la conquista del poder.

“Los sondeos muestran que alrededor de la mitad del electorado entiende estas elecciones como una oportunidad para pronunciarse sobre la acción del gobierno. De modo que la voluntad de emitir un voto-sanción es real”, aseguró a REFORMA el politólogo Nicolás Sauger.

De acuerdo con el experto del Centro de Investigación de la Vida Política Francesa (CEVIPOF), “lo que más molesta hoy a los electores es el alza continua del desempleo (actualmente de 9.6 por ciento) desde que llegó el Gobierno de Raffarin al poder”.

“Es uno de los problemas fundamentales que han enfrentado los gobiernos franceses desde los años 70. Hoy ha vuelto a ser un problema real aunado a una situación económica y social difícil. Además, a través de las reformas que ha impuesto o propuesto, el gobierno ha suscitado una serie de descontentos sociales variados que van desde reivindicaciones muy sectoriales como las que tienen los investigadores (de aumento de puestos y de presupuesto) o más generales como la reforma del sistema de jubilación”, explicó Sauger.

De acuerdo con la mayoría de los analistas, la preocupación social y económica en Francia es tal que otros polémicos temas que han movilizado a la opinión gala en los últimos meses “ocuparán un lugar relativo en las motivaciones de voto”.

Así, elaffaire relacionado con la condena de Juppé que traduce efectivamentede nuevo un desfase entre los problemas de la gente y los de los políticos, como señala el semanario LExpress,aparece como de poco...

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