Sus acciones son ejemplo a seguir
| Autor | Mariana Figueroa |
Su deseo de llevar diversión, atención y servicio a miles de personas hicieron que Alfonso Romo Salinas, Oscar Martínez Juárez y Carlos Torres Escobedo, 'el Profesor Pilocho', recibieran el miércoles, Día de la Fundación regia, la Medalla al Mérito Diego de Montemayor que otorga el Cabildo de Monterrey. Conozca un poco el pensar, actuar y sentir de estos tres personajes de la localidad que los hacen ejemplo a seguir.
Minusválidos le cambian la mirada
La pérdida de la vista que le ocasionó a su madre, Romana Juárez de Martínez, una operación de cataratas, fue el hecho que desencadenó la labor altruista de Oscar Martínez Juárez, labor que luego de 25 años, ha cosechado logros tan importantes como los más de mil empleos para minusválidos que ahora pueden ser autosuficientes, y es reconocida por la comunidad regiomontana.
Fue por un reportaje publicado en EL NORTE, que Martínez supo de una joven invidente que cantaba y sabía leer el sistema braile, así que la contrató como regalo de 10 de Mayo para que enseñara a su madre a valerse por sí misma.
En 1975, luego de haber trabajado durante 18 años en la empresa Troqueles y Esmaltes reparando lavadoras, Martínez, egresado de la Escuela Industrial Alvaro Obregón, puso su propio taller.
Ahí, Ramiro Salazar quien es minusválido, le pidió la oportunidad de aprender a reparar lavadoras y a él se sumaron otras personas que, agradecidas de poder aprender el oficio, acudieron al taller.
Y es que la mayor necesidad de los minusválidos, de acuerdo con Martínez Juárez, es trabajar.
"Yo me acuerdo que hace no muchos años se hizo un censo en la ciudad de México y aquí también, y de todos los entrevistados que se les preguntó qué necesitaban, la respuesta del 95 por ciento fue trabajo", recuerda Martínez.
Por ello, en su taller él se encarga de capacitar a las personas de acuerdo con su perfil y el trabajo que pueden desempeñar, para luego reclutarlos a empresas que los requieran.
"Me siento muy contento porque este trabajo es un compromiso ante Dios", dice mientras sostiene en sus manos fotos de todos aquellos que han pasado por su taller y ahora trabajan en otro lado.
Nacido en Monterrey, el 20 de abril de 1938, Martínez es un hombre de fe.
"Todos nacimos para triunfar", dice, "yo siempre les digo a los muchachos 'prohibido decir tengo miedo o no puedo'".
Aficionado al boxeo y al basquetbol, la lucha de Martínez por abrirles paso a los minusválidos no ha tenido fronteras.
Apenas el año pasado, participó en el...
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