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Acaba fiesta en pesadilla (I)

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Vincent
AutorAlfonso García, Héctor López y Tania Hernández

TOLUCA.- Teófilo y su hijo Daniel, de 8 años de edad, van montados en una bicicleta por la Avenida San Elías, en Colonia 5 de Mayo, Ejido de Otzolotepec. Han salido a buscar leña para cocer las carnitas que se servirán en la fiesta de 15 años de Karina, prima de Daniel. Es la tarde del sábado 24 de mayo de 2008.

Atrás, en la calle de terracería, dejan una estela de polvo. Se apresuran porque ya quieren estar en el baile, pero horas más tarde la felicidad se transforma en tragedia. En pleno festejo, Daniel se acerca a los músicos y por el micrófono manda un saludo para su papá. Sonríe y se va a jugar.

Alrededor de las 19:00 horas, el alboroto. Un grupo de niños interrumpe el juego al escuchar los gritos de terror de Daniel y los frenéticos ladridos.

Daniel es atacado por cuatro canes, con rasgos de la raza Pit Bull, en el patio de la casa de Karina y Pascual Torres, sus vecinos.

"Alguien gritó que unos perros ya me habían matado a mi niño; cuando salí ya se lo habían llevado. Ya hasta después que estaba en cama (en el hospital) pude verlo, también para que me tranquilizara", recuerda Sonia Mendieta Espinoza, mamá del pequeño.

En la fiesta la gente grita horrorizada y corre hacia la puerta de malla ciclónica que resguarda el predio donde 4 borregos pastan bajo la custodia de las mascotas.

"No podía creer que fuera él, no tenía ni cinco minutos que había estado conmigo", relata su madre.

Los testigos aseguran que Karina Torres Sabín le había pedido a Daniel que sacara sus borregos a pastar; ya lo había hecho en otras ocasiones, pero esa noche los perros no le permitieron cumplir con el favor. Los testigos ven a Daniel, bañado en sangre, inconsciente, sin la piel que cubre el cráneo, tirado sobre el pasto con los cuatro perros encima. Sin pensarlo, dos de sus parientes brincan la barda para ahuyentar a los animales y rescatarlo.

Junto a la comida de los perros, al parecer huesos roídos de cerdo, está el cuero cabelludo del niño, un trozo de piel como de 16 por 20 centímetros. Paramédicos de Protección Civil de Xonacatlán atienden a tres personas de la fiesta por crisis nerviosa, entre ellas a la quinceañera. El auto de un tío de Daniel sirve de ambulancia. Acuden a una clínica privada por...

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