Acaba la era Fidel

AutorRoberto Zamarripa

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LA HABANA.- La escena es paradigmática, por no decir patética. Daniel Ortega, el nuevo emperador de Nicaragua, saca de la chistera un viejo recurso: "¿Dónde está Fidel?", grita.

De frente tiene a una Plaza de la Revolución con huecos en tres cuartas partes. La gente se va de poco en poco.

Van 150 minutos de discursos de mandatarios que homenajean y despiden a Fidel Castro en nombre de la comunidad internacional, de los amigos de Cuba; una solemne ceremonia que exhibe que no es lo mismo Fidel Castro vivo que una urna con cenizas.

Ortega despierta a los que quedan y hace que griten los que se van "¿Dónde está Fidel?". Y la gente replica : "¡Aquííí!"

Es lo más animado en medio del contrasentido. La Plaza de la Revolución se va quedando sola con un pobre imitador de Fidel en tribuna.

Los mandatarios tenían la instrucción de hablar 10 minutos. A Ortega le valió y se largó con su perorata de media hora. Faltaba Maduro y para cerrar Raúl Castro.

Entre los invitados mexicanos aparecieron el ex Presidente Carlos Salinas y Cuauhtémoc Cárdenas.

El magno evento hizo extrañar el magnetismo que el finado líder cubano tuvo vivo en esta misma Plaza.

A las 18:40 prendieron las pantallas gigantes colocadas al costado del escenario principal. Un video con escenas de Fidel en distintas lides corre al parejo de una balada pegajosa y que inicia su estribillo: "Así como lo vi en Jesucristo, no hay un solo altar sin una luz por ti".

Haydé Liz Pineda, una mulata flaca de 11 años, estudiante en el municipio de El Cotorro, repite exacta la letra. Apenas se estrenó el lunes en el programa de televisión de la Mesa Redonda y ella, con esa única vez que se difundió, ya la recita.

El compositor es Raúl Torres un joven trovador que ya le había hecho una canción de homenaje a Hugo Chávez.

La gente aplaude pero sin desborde. Hay respeto, hay silencio...hay disciplina.

La última vez que está Plaza lloró conmocionada fue hace 40 años, el 17 de octubre de 1976 en honor a las 73 víctimas de un bombazo en pleno vuelo en una nave de Cubana de Aviación que volaba en el Caribe.

El atentado anticastrista ocurrió el 6 de octubre de entonces. Del total de muertos, 57 eran cubanos.

"No podemos decir que el dolor se comparte. El dolor se multiplica. Millones de cubanos lloramos hoy junto a los seres queridos de las víctimas del abominable crimen", dijo Fidel Castro, único orador.

Y acuñó una frase que se convirtió en leyenda, lema, apotegma, que recuerdan muchos cubanos fue...

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