Acaba aventura

Reforma/ Staff

Lo que ayer era para Steve Irwin, conocido como "El Cazador de Cocodrilos", una excitante expedición submarina, se convirtió en un fatal accidente que le quitó la vida en su natal Australia.

El naturalista, quien desde 1992 ponía en riesgo su integridad al conducir programas sobre la vida salvaje para Discovery Channel y Animal Planet, pereció a los 44 años tras sufrir heridas en el lado izquierdo del pecho por el aguijón de una raya marina a la que montó.

Lo anterior fue informado por el productor John Stainton, quien vio el percance desde el navío de investigación que asistía a Irwin en la filmación de un segmento de la serie Ocean's Deadliest (Lo más Letal del Océano) que tenía lugar en Batt Reef, al norte de Brisbane, capital de Queensland, en Australia.

Reportes policiacos y especialistas en rayas consultados por Discovery News, así como el médico que atendió a Irwin, Ed O'Loughlin, coincidieron en que el deceso del conductor no fue por el veneno de la raya.

"Tenía una herida penetrante en el pecho, había perdido el pulso", sostuvo O'Loughlin.

Los avezados en rayas puntualizaron que Irwin no murió envenenado, pues el aguijón es capaz de causar graves lesiones, como si se tratara de un cuchillo.

Sin embargo, un experto en peces venenosos del Museo de Historia Natural en Manhattan declaró que la punzada por sí misma sí es mortal, ya que el veneno causa desórdenes cardiacos.

John Stainton, quien también gozó el éxito cinematográfico de "El Cazador de Cocodrilos" cuando en 1992 lo dirigió en Collision Course, explicó que su amigo intentó montar a una raya, pero que ésta se sacudió, lo que provocó que Irwin se volteara, y justo en ese momento le clavó el aguijón en el pecho.

"La cola de la raya subió, le hizo un agujero en el corazón", declaró.

Un helicóptero trasladó a los paramédicos hasta Low Isles, donde Irwin fue llevado; pero murió antes de que llegara la ayuda médica.

La muerte de Irwin, consignó la agencia Reuters, es el tercer caso fatal del que se tenga registro de un ataque de una raya en Australia.

Billy Campbell, presidente de Discovery Networks, empresa para la que trabajaba Irwin, expresó a través de un comunicado el dolor que les causa la pérdida del defensor de la fauna y añadió que investigarán el accidente. La empresa, sostuvo, apoyará en lo que necesiten los deudos del conductor: su esposa, Terry, y sus pequeños hijos Bindi y Bob.

Y creará un fondo para honrar su pasión por la conservación del reino...

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