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Abre sus puertas 'El Kongal'

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Vincent
AutorRebeca Pérez

Andrea resalta entre la multitud de "El Kongal". Esta enorme mujer de casi 1.8 metros, no duda en mostrar la sinuosidad de su cuerpo y acentúa su figura con tacones de 15 centímetros. Su cabellera es falsa, igual que el maquillaje recargado y la sonrisa.

Esta noche hace un viaje al infierno, a un salón lleno de soledad grupal, alcohol y canciones de letras hirientes. Al "lugar donde todos caen", entre mesas de lámina, decoradas con publicidad de una marca de cerveza, sillas frías e incómodas, poca luz y estrofas musicales que repiten: "Te aprovechas de mí porque sabes que me tieneeeees".

El ritmo guapachoso disfraza el dolor del desamor y la manipulación, pero incita al irresistible movimiento del cuerpo. El alma se olvida, junto con los sentimientos, porque lo que importa al final de la jornada es conseguir un poco de atención y un chispazo de amor.

Sin artificios femeninos, Andrea es un hombre que sufre por un hombre, pero cada noche debe encargarse de hacer felices a otros. Desde el 5 de abril, también buscará que los demás se reflejen en su imagen, reflexionen y recuerden qué significa que a alguien le rompan el corazón.

Cada noche se escribirá la historia del "El Kongal", sobre el escenario del Estudio Tres23. La creación, a cargo del grupo El Tlakuache quiere encontrar la poética del barrio, a través de las agridulces canciones que han sido el fondo musical de las cantinas en México.

"'El Kongal' es un pequeño infierno, a donde vamos a pagar nuestras culpas, donde te diviertes, seguramente te embriagas y al final te das cuenta que ya que termine la noche, quedarás igual de solo que como llegaste"...

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