Abrazó Savín el arte tras tragedia nuclear

AutorErika P. Bucio

Francisco Savín, a punto de cumplir 18 años, observaba perplejo cómo sus maestros en la Facultad de Química alababan entusiasmados la bomba atómica, lanzada sobre Hiroshima y Nagasaki aquel agosto de 1945, como una maravilla de la química y la física.

"Lo único que yo sentía es que aquello era una matazón. Era una bomba asesina. Eso me decidió a estudiar música", cuenta el director de orquesta y compositor, de 87 años.

Una decisión moral que lo llevó a la Facultad de Filosofía y Letras y a encontrarse con el filósofo Eduardo Nicol, uno de los maestros del exilio español. Sus clases eran como construir una sinfonía, por su emotividad y pasión. Y a él, que lleva la enseñanza en las venas, se le quedó.

Como el sueldo en la Sinfónica...

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